Ioke y Seimiek se preparan para tomar la calle de subida y de bajada, con La Misteriosa Travesía (de un Camino sin Fin) como parte del primer capítulo de su proyecto: Subiendo ahí en el Mundo de Abajo, una instalación subterránea que surge como una “interpretación de la ciudad que recorremos como seres de las entrañas de nuestra capital, que se entremezclan con objetos olvidados, perdidos o reutilizados. Una nueva mirada a un espacio clandestino de Lima, utilizando como principal herramienta el arte y su capacidad para transformar el entorno”, dicen ambos artistas, que juntos son Krapula, y además músicos integrantes de Los Brujos Negros, la banda que detonará los ruidos subterráneos en la calle Berlín la noche del martes.

Ioke y Seimiek se conocen desde que están en el colegio, fueron parte del colectivo multidisciplinario FUMAKAKA, creado a finales de los 90, que destacó por sus intervenciones callejeras a través de los graffiti, esculturas, acciones en demoliciones y reciclaje de chatarra. Quizás desde entonces la idea de traspasar el muro con una creación que cobrara vida en movimiento rondaba en sus cabezas pero el proyecto fue forzado a concretarse por la naturaleza de las circunstancias, “me ofrecieron un cuerpo para armar” dice Seimiek, “enseguida llamé a Pher, le conté y pregunté ¿lo hacemos?” recuerda. “Al día siguiente empezamos a armar pieza a pieza”, agrega Ioke. Tenían los pedazos desarmados de una estructura que ellos, cual creadores al estilo Víctor Frankenstein, fueron dando vida a una criatura que por ahora anda escondida en la ciudad hasta la noche de su presentación este martes 13.

No solo bastaba el cuerpo sino que, manteniendo la esencia del arte urbano, debían encontrar el espacio para intervenir, apropiarse de un muro ya no sería suficiente y sacar un proyecto ajeno a una galería “a veces no es tan fácil pero cuando descubrimos este espacio, al cual entras como en Goodfellas, así casi clandestino, fue genial” comenta Seimiek acerca de ese un mundo subterráneo que nadie sabe que existe, “de hecho también tendremos un druida esa noche, quién guiará a todos los que lleguen hasta aquí”, agrega Ioke, hasta ese espacio que parece un laboratorio científico en el que Olga se ha gestado entre pinturas y soldaduras de artefactos que construyen su cuerpo. “No solo somos nosotros, si bien es nuestra idea, hay mucha gente que se ha unido, esto es un enorme trabajo en colectivo, todos han hecho lo posible para que Olga viva” cuenta Seimiek.

Olga aun no da su primer rugido de vida en público, pero ya es el símbolo de una historia compartida entre familia y amigos, la historia de todo este proceso de gestación creativa y será, además, sin duda un ícono trascendente de la intervención artística en las calles. Este martes 13 en su presentación en sociedad clandestina debajo de las calles miraflorinas y Olga los hará subir ahí en el mundo de abajo, un juego de palabras para esta primera parte del proyecto que “refleja además la importancia de sacarlo a flote, aunque también jugamos con la idea de subir, aunque en realidad bajes, a un mundo elevado que es tu propia imaginación”, dice Seimiek. La idea de esta “Misteriosa Travesía” por ahora es presentar a Olga esa noche, “solo esa noche porque luego se volverá a esconder hasta otro momento que te la cruces por la calle”, asegura Ioke e invita a que todos vayan a conocerla este martes.

Olga se llama así por –una vez más– el juego del azar, una tarde casual entre amigos, aunque después de eso durante todo el proceso han surgidos señales, eventos extraños alrededor de su nombre “como encontrar Olga escrito en una de las paredes del sótano, que la señora a la que le compramos unos repuestos se llame así o como la chica del supermercado que tenía una placa con ese nombre, muchas Olgas han ido apareciendo, en realidad como si todos formaran parte de esto sin ni siquiera saberlo”, comenta Seimiek que además comparte el entusiasmo con Ioke por proyectar esto a un futuro donde puedan concretar una publicación a modo de bitácora–fanzine y compartir toda la experiencia de esta Misteriosa Travesía (de un camino sin fin) al que Olga te llevará.

“La idea luego es hacer que la conozcan y jueguen con ella. El proyecto se llama así, sin fin, porque no sabemos hasta cuándo ni siquiera a dónde va ese camino. La idea es que se pueda interpretar de muchas formas, que ese lugar al que Olga te lleve sea tu propio mundo interior” asegura Seimiek. Olga hará música, contará historias y “ cargará con los recuerdos de todos, como una caravana gitana en un viaje hacia cualquier lugar” comenta Seimiek y “quien sabe si Olga cambie en el camino o se prenda fuego, no ande más” agrega Ioke. Ambos, con entusiasmo de progenitor, cuentan cómo aun así Olga no está completa “la gente ya se conmueve con ella cuando la ve”, ¿cómo será entonces la noche del martes 13 a las 7:30 cuándo la vean terminada y ya en la superficie de la ciudad? La cita es en Calle Berlín 135, Movement Café, Miraflores donde Olga por fin se dará a conocer por completo