Estados Unidos conmemora este domingo el 15 aniversario de los atentados del 11 de septiembre, con actos solemnes en honor a las casi 3.000 mil víctimas de los peores ataques terroristas en suelo norteamericano, que cambiaron el mundo para siempre.
La fecha se recuerda en un país inmerso en una encendida campaña política muy centrada en divisiones políticas, económicas y sociales. Pero EEUU busca que las elecciones se mantengan a raya. La candidata demócrata a la presidencia, Hillary Clinton, y su rival republicano, Donald Trump, llegaron a la ceremonia en el World Trade Center, pero no se esperaba que ninguno de los dos hiciera declaraciones públicas.
Los políticos pueden asistir, pero desde 2011 no se les permite que lean nombres de fallecidos ni ofrezcan discursos. Clinton y Trump mantendrán la costumbre de detener la propaganda electoral en televisión por un día.
"No ceder al miedo"
En la víspera de estos actos, el presidente Barack Obama hizo un llamado a los estadounidenses para que no cedan al miedo que los terroristas pretenden infundir, y se centró en recordar lo que no ha cambiado en EEUU.
"Mientras reflexionamos sobre estos últimos 15 años, también es importante recordar lo que no ha cambiado: los valores centrales que nos definen como estadounidenses. La fortaleza que nos sostiene. Después de todo, los terroristas nunca podrán derrotar a Estados Unidos", dijo el mandatario en su mensaje por radio.
"Su única esperanza es aterrorizarnos hasta que cambiemos nuestra forma de vida. Por esa razón, los estadounidenses nunca cederán ante el miedo. Y es por eso que este fin de semana recordamos el verdadero espíritu del 11 de septiembre", insistió.
Este domingo, el mandatario pronunció un discurso en el Pentágono para honrar a las víctimas del atentado e insistió que los terroristas "nunca podrán derrotar a una nación grande como Estados Unidos". "Hicimos justicia con Osama bin Laden. Hemos fortalecido nuestra seguridad nacional", aseguró.
Agregó que organizaciones terroristas, como Al Qaeda y el Estado Islámico, saben que nunca podrán derrotar Estados Unidos. Por ello, explicó, los yihadistas tienen como objetivo causar temor. "Buscan cambiar quiénes somos y cómo vivimos. Por eso es tan importante que reafirmemos nuestro carácter como nación", afirmó.
¿Qué cambió?
Pero mientras Obama se centró en lo que no ha cambiado en su país, también es importante recordar lo que sí cambio, porque los ataques del 11-S de 2001 fueron un punto de inflexión para Estados Unidos, porque desde aquel día en que pasó lo impensable, se empezó a escribir el primer día del resto de su historia.
La guerra sin tregua contra el terrorismo que EEUU emprendió hace 15 años ha implicado un precio muy grande para todos, que muchos hasta ahora cuestionan: las libertades civiles.
"La guerra contra el terrorrismo ha conmovido la comunidad de inteligencia estadounidense y ha puesto en peligro nuestra democracia", sostiene Lawrence Wright, escritor, periodista y uno de los mayores expertos sobre el Medio Oriente y quizá una de las personas que más sabe del terrorismo islámico.
Para explicar este asunto, en su libro The Terror Years: From al-Qaeda to the Islamic State ("Los años del terror: de al-Qaeda al Estado Islámico"), Wright recordó un día personal de 1965, cuando era adolescente y con su novia, para salir de la rutina, se les ocurrió ir al aeropuerto de Dallas, Love Field. Llegaron, entraron a la zona de embarque y se subieron al avión que más les gustó, para imaginar que se iban a París.
¿Sería posible hacer algo similar hoy? Imposible. Ese país en el que vivió Wright su adolescencia ya no existe. "El terrorismo lo asesinó. Esos Estados Unidos no existen en la memoria ni en la imaginación siquiera de la gente joven que nunca experimentó tal libertad, y que no tienen forma de calcular los muchos sacrificios de libertades que se han hecho en nombre de la guerra contra el terror", explicó.
Wright concluye con esta reflexión: cree que esta época de terrorismo tendrá un final, pero duda de que alguna vez se vuelva a recuperar esa sensación de libertad como derecho de nacimiento:
"El estado de seguridad que se creó desde el 11 de septiembre ha transformado nuestra cultura; y sí, necesitamos la protección. Con frecuencia se nos recuerda que nunca debemos olvidar lo que pasó en ese día funesto. Pero si no recordamos el país que éramos antes del 11 de septiembre, acaso nunca vayamos en esa dirección de nuevo. En ese caso, los terroristas realmente habrán ganado".