China y Estados Unidos volvieron este sábado a dar un paso al frente de la lucha global contra el calentamiento del planeta, al anunciar en Hangzhou, en el este de China, la ratificación del pacto internacional alcanzado en la cumbre de París sobre el cambio climático a finales de 2015.

"Algún día quizás veamos hoy como el momento en el que decidimos salvar el planeta", dijo el presidente de EEUU, Barack Obama, al anunciar, junto a su par chino, Xi Jinping, y del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que EEUU se sumaba a ratificar el acuerdo.

Horas antes lo había hecho la Asamblea Nacional Popular (ANP), el Parlamento chino, al término de su sesión bimensual.

Ambos líderes dieron un golpe de efecto en la víspera de que arranque la cumbre del G-20 en Hangzhou, al hacer realidad los rumores que los días previos sugerían que aprovecharían la cita para realizar el anuncio.

Con el compromiso de China y EEUU es más probable que el pacto sea pronto vinculante, ya que ambos suman cerca del 40% de las emisiones globales y, para que el acuerdo entre en vigor, se necesita que al menos 55 países que sumen el 55% de las emisiones contaminantes globales completen el proceso de ratificación.

Según la Casa Blanca, más de 55 países han expresado públicamente su voluntad de ratificarlo, entre ellos el Perú, y, entre los que ultiman el proceso, están Brasil, Argentina, Corea del Sur y Japón.

Presente en el anuncio junto a Obama y Xi, el secretario general de la ONU dijo que es "optimista" sobre la posibilidad de que eso suceda antes de que acabe el año y consideró este evento como uno de los más "inspiradores" de su mandato, a punto de concluir.

Obama aseguró que "cuando hay voluntad y ambición, y cuando hay países como China y Estados Unidos listos para mostrar liderazgo y predicar con el ejemplo, es posible crear un mundo más próspero".

La lucha contra el cambio climático es uno de los legados que Obama quiere dejar cuando abandone la Casa Blanca en enero del año próximo, así como consolidarlo como piedra angular de las relaciones entre las dos naciones más poderosas y contaminantes del planeta.

Su batalla conjunta comenzó en noviembre de 2014, cuando ambos anunciaron en Pekín un histórico acuerdo que supone recortes en sus emisiones de gases de efecto invernadero, el primer compromiso de ese tipo por parte de China.

Ambos líderes se han comprometido en trabajar juntos para sacar adelante este año una enmienda al protocolo para proteger la capa de ozono, el cual se aprobó en Montreal en 1987, para incluir más medidas contra los hidrofluorocarbonos (HFC), un gas de efecto invernadero usado en frigoríficos y aires acondicionados.

Obama y Xi esperan que la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) apruebe, en su asamblea de este mes, el estándar de reducción de emisiones para los aviones comerciales acordado en febrero pasado, con el objetivo de que EEUU y China estén entre los primeros países en adoptarlo.

Ma Jun, uno de los activistas medioambientales más prominentes de China, considera "extremadamente importante" este consenso de las dos potencias, según declaró a Efe.

Ma Jun, activista chino. 

"Ojalá que ello ayude a otras naciones del G20 a sumarse a la lucha contra el cambio climático", apunta el activista, quien ve como una estrategia adecuada que se haya elegido esta cumbre para hacer el anuncio.

Ma espera que China y EEUU tomen también el liderazgo en asegurar que "no se trata sólo de un compromiso gubernamental, sino también de las empresas, del sector financiero".

(Foto de cabecera: EFE)

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