¿Que tan cerca están las máquinas de ganar consciencia? Ya existen robots que pueden captar emociones humanas y traducirlas en gestos replicados, y dentro de la ciencia ficción películas como Blade Runner o El Quinto Elemento exploraron las posibilidades de esta pregunta hasta los límites de asumir que si estos seres fabricados podían ser conscientes, también podrían hacer arte o conmoverse con él. La instalación que te presentamos aquí te da, tal vez de una forma no tan intencional como las películas nombradas, esa misma sensación.

 La música y la tecnología se encuentran con la moda en el paisaje sonoro interactivo chords tunnel #1 de Ruben D’Hers, un guitarrista y artista sonoro de Caracas que ve a los acordes (esta figura musical que combina notas singulares para la realización de una unidad armónica) "como paisajes de sonido autónomos”. D'Hers colgó 40 guitarras acústicas de las paredes del Centro de Arte Contemporáneo de Aalst, Bélgica y 40 pequeños motores en suspensión frente a ellas. Los motores estaban conectados a pequeñas hélices (como unos 'miniventiladores') que rasgueaban suavemente a las guitarras afinadas en diferentes acordes, generando un sonido combinado bastante atmosférico para el cuarto donde estaba montada la instalación.

Esta atmósfera creada por el artista, y la tensión que se sugiere entre lo orgánico del sonido de las cuerdas y lo repetitivo y robótico de las máquinas programadas para ejecutarlos, hacen recordar trabajos de la escena 'ambient' y la música experimental en los últimos años. Particularmente, suena parecido a lo que buscaba Animal Collective en las partes más atmosféricas su disco 'Sung Tongs' (2004)

En este vídeo de la instalación puedes contemplar y oír el resultado:

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