En 2012, Jim y Paige Nachtigal, de 51 y 49 años, respectivamente, un matrimonio estadounidense que llegó a la selva peruana como parte de una misión cristiana, adoptaron a tres niños peruanos que vivían en condiciones de miseria, y se los llevaron a Kansas, EEUU, donde residen. 

Parecía que la historia de los pequeños iba a tener un final feliz, pero su vida se convirtió en episodio de horror, según una serie de testimonios y pruebas que obran en manos de las autoridades estadounidenses. Así lo reveló el semanario Hildebrandt en sus Trece.

Todo se descubrió el 5 de febrero pasado, cuando la Policía de North Newton,  el lugar donde vive la familia, reveló que los menores de iniciales C. N. (11), E. N. (11) y G. N. (15) sufrieron torturas físicas y psicológicas a manos de sus padres adoptivos.

Ese día, el niño C. N. escapó de su casa y fue hallado por una patrulla policial, en una zona descampada. Sus padres adoptivos había reportado su desaparición. El jefe policial de North Newton explicó que el pequeño había dicho que no quería volver a su hogar "porque había pecado y no había hecho las tareas".

Era tal el estado de shock en el que estaba, que los agentes llevaron al niño a pasar la noche a casa de una de sus tías adoptivas (hermana de la madre). Ella confirmó los maltratos que sufrían los menores peruanos. "He visto cómo Paige les negaba comida, los he visto hambrientos, ella los obligaba a limpiar el piso del garaje y de la cocina como castigo", contó, según informa este sábado La República.

Desde ahí, la Policía empezó a desenredar el hilo de la madeja. Y lo que hallaron fue una historia de horror. Aparecieron más testigos y pruebas, como exámenes médicos que confirmaron que los menores habían sufrido fracturas de costillas, brazos y dedos entre 2014 y 2016. Probaron los castigos corporales, crueles e inhumanos a los que sometían a sus hijos. Por ello, el juez Joe Dickinson ordenó la detención de Jim y Paige Nachtigal, el 11 de febrero pasado, informó el diario local The Wichita Eagle. 

La pareja luego fue liberada bajo fianza. Ahora afrontan un juicio en libertad por hasta 12 cargos, que van desde abuso de menores hasta agresión agravada, por los castigos corporales, crueles e inhumanos que le infligieron a los menores. Ambos se declararon inocentes el 1 de agosto pasado, mientras que los niños peruanos fueron puestos a disposición de una casa de refugio en el estado de Kansas.

¿Qué dicen las autoridades en el Perú?

Los protocolos de la Dirección General de Adopciones del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en la etapa de postadopción, establece que el seguimiento para conocer si el menor se encuentra en buen estado, para el caso internacional, es de 4 años. Esta cartera, a cargo de la ministra Ana María Romero, no se ha pronunciado en torno al caso de los niños, pese a que el viernes por la tarde anunció que lo haría, según La República.

La Cancillería peruana, en un escueto comunicado, dijo que "el Consulado General del Perú en Dallas, con jurisdicción en el Estado de Kansas, tomó conocimiento del caso en febrero y desde entonces ha realizado un seguimiento del mismo".