La presidenta brasileña Dilma Rousseff no se rinde. En una entrevista concedida a un medio de su país, aseguró que no renunciará a su cargo, y reiteró que el juicio político en su contra "es un golpe contra la democracia".
La jefa de Estado, separada temporalmente hace unos meses de su cargo, manifestó que "no les haré ese regalo", en referencia al rumor de una renuncia para evitar el juicio político, el cual comienza este jueves 25 en el Senado.
Aseguró que la mayoría de los integrantes de la Cámara Alta que la juzgará, están implicados en el caso "Lava Jato", caso de corrupción relacionado a la estatal Petrobrás.
"Soy una víctima de un juicio fraudulento, cuyo objetivo es hacer una elección indirecta. O es un crimen para todos o para nadie ".
En cuanto al mandatario interino, Michel Temer, quien fue su aliado en las elecciones del 2014 y hasta su destitución temporal la acompañó como vicepresidente, Rousseff indicó que no solo la ha traicionado a ella, sino a los votantes que apostaron por su fórmula.
"Temer no fue elegido para hacer lo que está haciendo. Fue elegido con mi programa de gobierno".
LO QUE SE VIENE
Si el juicio político que comienza el jueves en el Senado brasileño determina que Rousseff es culpable de haber realizado maniobras fiscales, será destituida de manera definitiva, e inhabilitada para ejercer cargos públicos por ocho años.
De darse este escenario, Temer ejercerá la presidencia hasta diciembre del 2018, y convocar a las elecciones presidenciales de octubre de este año. Sin embargo, si Rousseff es declarada inocente, podrá retomar sus funciones hasta esa fecha y culminar su mandato presidencial.
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