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Oscar Pantoja, cuando la literatura es el gran río de otros géneros

El escritor colombiano en su paso por Lima conversó con nosotros acerca de su obra literaria, que va desde una novela gráfica sobre Gabriel García Márquez y la creación de "Cien años de soledad", hasta un cómic silente que tiene como fondo un entorno de pobreza en Colombia.

Publicado: 2016-08-11

En su paso por Lima, y por la Feria Internacional del Libro 2016, el escritor colombiano Oscar Pantoja tuvo la oportunidad de conversar con LaMula.pe a propósito de su obra, que significa un paso por distintos géneros no tan alejados el uno del otro -cómic, narrativa, novela gráfica, guion, etc.-. Conversó además acerca de su visión de lo que significa ser un escritor en estos tiempos, sobre cómo tratar y trascender las realidades complicadas con el fin de contar una buena historia, y otros asuntos que rayan siempre con la literatura y los problemas sociales.

Pantoja ha escrito la novela gráfica Gabo, memorias de una vida mágica (Premio Romic al mejor cómic latinoamericano en el Salón del Cómic de Roma, Italia 2015). Escribió el cómic infantil Tumaco (selección en el Silent Books: From the World to Lampedusa and Back), también la novela gráfica Rulfo, una vida gráfica. Adaptó al cómic la novela Tanta sangre vista del escritor Rafael Baena. Fue Premio Nacional de Novela Alejo Carpentier 2001, con la novela El Hijo.

oscar pantoja (tomado de http://news.xinhuanet.com)



Te has dedicado a la narrativa, has escrito novelas gráficas, guiones audiovisuales, ¿todo ello le ha generado al día de hoy una distinta forma de relacionarse con su producción artística?
En la medida que he venido construyendo mi carrera, me he dado cuenta que en la actualidad un escritor debe tener la capacidad de pasarse del guion cinematográfico al guion de novela gráfica, o al guion de videojuegos, hasta hacer guion de teatro, narrativa; fusionar todas estas cosas. Ser escritor tiene un punto clave: contar una historia. Todos tenemos una historia que contar, el cineasta, el novelista gráfico o el prosista. Las estructuras que mueven una historia, en las diferentes artes, en el fondo son las mismas, al menos en las narrativas. Si uno puede trabajar en eso, puede pasar a otras artes, y eso me parece fabuloso. Eso enriquece mucho la carrera de alguien, la hace dinámica.
En esos pasos entre géneros, ¿no siente contradicciones o choques entre los lenguajes?

Hasta el momento, no. Al contrario, siento que de un lenguaje tomo para otro; más bien, encuentro afinidades y diferencias. Hay cosas, por ejemplo, que en el cómic no se pueden hacer en el cine, y viceversa. Hay cosas de la prosa que son de ella, pues, tanto el cómic como el cine, son lenguajes que llevan ciento veinte años. En cambio, la literatura como tal, pongamos el caso de la novela, van unos quinientos años de elaboración y construcción. La literatura es pues como el río gigante o el mar del que uno va cogiendo. Porque esa experiencia de cientos de escritores que han construido el libro de todos hace que pidamos prestado para construir el lenguaje del cine y del cómic.

extracto del cómic "juan rulfo, una vida gráfica"


Haber escrito novelas gráficas sobre la vida y obra de Gabriel García Márquez y sobre Juan Rulfo, ¿para usted significa una del defensa del idioma o una suerte de responsabilidad frente a la literatura?
No. Fundamentalmente son historias buenas. Todas las novelas que están escritas son una biografía. Si vamos a Dostoievsky, él escribió la biografía de Raskolnikov; Flaubert, la de Bovary. Lo que yo veo es que son historias de seres humanos fabulosos. La historia por ejemplo de cómo Juan Rulfo consigue su Pedro Páramo, cómo su infancia lo influye, eso es lo que produce, en el futuro, esa obra maravillosa. Esa es una historia que tiene que ser contada. No es una cuestión de rendir homenaje, ese no es nuestro estandarte. Es contar la historia de 'Gabo', el chico de la costa que nace en Aracataca, un pueblo realmente pobre hasta este momento, y que le echen la culpa de que él tiene que poner dinero; de un chico que haya salido de allá, y que haya logrado con esfuerzo y disciplina una obra de esas, esa es una buena historia.
Para hacer literatura infantil el escritor debe tener una responsabilidad frente al niño o al joven que lo va a leer. En el caso del cómic "Tumaco", ¿hubo detrás una reflexión detrás de la producción? Porque hay un mensaje bastante conmovedor y también una dura realidad de pobreza.

Mi gran pasión es ser escritor y detrás de esa pasión se mueve todo, y hacer libros infantiles era un reto. Cuando mi editor me dice 'hagamos una historia infantil' yo me pregunto cómo, si nunca había escrito historias infantiles; es entonces que empiezo a investigar. Siempre uno cae en las historias que conoce. Tumaco es un lugar que conocí cuando tenía cinco años. Mis padres me llevaron a esta costa pacífica, el último puerto en el Pacífico colombiano, un lugar hermoso, pero con una desigualdad enorme, de una pobreza absoluta y actualmente con una corrupción sin límites; una violencia ejercida por el narcotráfico, por los políticos, por los paramilitares, por los guerrillos: allí se concentra todo. Entonces hacer este libro fue un reto en el sentido de que la violencia va implícita, no explícita.

extraído del cómic silente "tumaco"

En las viñetas vemos una casa terriblemente pobre, o un chico con guayos [botines, chimpunes] de segunda para jugar y que se le pierden, y el ambiente social en el que se desarrolla. Un escritor tiene que trascender esa realidad por más que le duela, tiene que hacer algo fabuloso en la historia, y lo hago en dos sentidos: primero, en la forma de contarla, porque es la primera vez que se cuenta en un cómic silente en Colombia, en el que solo con la yuxtaposición de imágenes, van leyendo los niños y adultos. Segundo, al no quedarme en la violencia encontré la metáfora de los guayos que se me convierten como en un premio al coraje, en el tesón de un joven que no quiere caer en ese círculo vicioso de la violencia que está tejido allí.

¿Qué ha visto en Colombia que ha pasado o está pasando y sobre lo que le gustaría escribir?

Queremos con la editorial explorar el mundo de los niños y sus entornos, esa violencia implícita de la que hablé. Si lo logramos los dibujantes y yo le dejaríamos a la literatura infantil, un legado o unos libros importantes en los que nos veamos reflejado y basados en historias reales. Son tres libros los que vamos a hacer. Tumaco ya está consolidado; ahora viene un libro sobre una niña y su bicicleta, sobre el cual todavía no tenemos un título. Posteriormente viene uno sobre una niña indígena que vive en la comunas de Bogotá, en medio de la pobreza más terrible. El guion ya está hecho, el dibujante ya está en marcha, todas las cosas ya están. 

En términos de novela gráfica, estamos explorando títulos y experimentos, a ver qué hacemos. En prosa próximo año sale una novela que no trata de una violencia directa sino de una violencia muy soterrada al interior de una familia, de una violencia terriblemente exagerada, que despedaza a todos, pero que no se ve.

¿Ha pensando escribir, por ejemplo, sobre la violencia del conflicto con las FARC?

En términos de libro como tal, no lo hemos pensado. Me llamaron a escribir un artículo gráfico de dieciséis páginas sobre un caso violencia directa contra una mujer que fue desaparecida. Ella era integrante del M-19, de mucho tiempo. Independientemente de ser integrante, fue desaparecida por el estado. A través de una ONG me contactaron e hicimos un guion de 16 páginas. Salió una historia que se llama El vestido blanco, que está en internet. Me interesa mucho el tema, pero ya abordarlo desde un libro como tal, creo que se necesita, desde mi punto de vista, como que dejar la marea se calme, ver más el asunto, no acelerarme de contar un hecho por sí, porque estamos subidos en el asunto de la paz. Porque lo siento necesario. Dentro de mí hay algo que me mueve y me dice 'esta historia tenemos que hacerla'. Hasta el momento no ha ocurrido, pero sobre el artículo gráfico que salió en la revista, nos gustó muchísimo y a la gente también.


(Foto de portada tomada de la novela gráfica Gabo, crónica de una vida mágica)


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Escrito por

Daniel Ávila

avilamonroydaniel@gmail.com


Publicado en

Redacción mulera

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