El francés Paul Pogba se convirtió en el fichaje más caro de la historia del fútbol al firmar por el Manchester United inglés a cambio de 110 millones de euros, en una operación memorable también para la Juventus, que lo incorporó gratis en el 2012.

Así, Pogba vuelve al club que dejó hace cuatros, cuando tenía apenas 19, para marcharse a la Juventus, donde se convirtió en uno de los mejores volantes del mundo. En esa época estaba considerado un joven de gran potencial, pero pocos podían imaginar que el jugador nacido en las afueras de París se iba convertir en el futbolista que es ahora.

Tras llegar gratis al club turinés, que solo pagó un millón de euros a los ingleses como indemnización por la formación del futbolista, Pogba destacó por su gran dinamismo y calidad técnica, lo que le permitió hacerse con un sitio de titular fijo en el equipo entrenado por Antonio Conte.

El "ragazzino" (chico), como le decían cuando recién llegó a Italia, compartió el vestuario y el campo de juego con figuras como Andrea Pirlo, el chileno Arturo Vidal y Claudio Marchisio, que le ayudaron mucho en su crecimiento.

El ejemplo de esos jugadores, junto con el talento innato del francés, dio casi de inmediato grandes resultados y Pogba cerró su primera temporada italiana con 27 partidos ligueros y cinco goles marcados.

El primer tanto del francés tuvo un sabor particular para todos los hinchas de la Juve, ya que fue un gran gol al Nápoles marcado desde fuera del área apenas un mes después de debutar en el fútbol italiano.

Antonio Conte, que al principio lo veía como un sustituto natural de Pirlo, cambió rápidamente su idea táctica y puso a Pogba en un rol más de volante de avanzada, para aprovechar su habilidad en los movimientos entre líneas, que junto con su poderío físico le hacía un jugador desequilibrante.

A lo largo de sus cuatro campañas en Italia, Pogba tuvo un crecimiento constante, tanto a nivel técnico como a nivel de carácter, hasta convertirse en uno de los líderes del vestuario "bianconero".

En el segundo año, el volante francés jugó 36 de los 38 partidos totales en Serie A y anotó 7 dianas, dando una contribución importante en el histórico "scudetto" de ese curso, que estableció además el récord de puntos italiano, 102.

Tras dominar entre los confines italianos, Pogba y el Juventus, guiados por el nuevo técnico Massimiliano Allegri, salieron en la temporada 2014-2015 con el objetivo de luchar hasta el final en la Liga Campeones.

El conjunto turinés fue protagonista en esa edición del torneo de clubes más importante de Europa y llegó hasta la final de Berlín (Alemania), cuando cayó 1-3 contra el Barcelona.

Ahí, Pogba dio muestra de su talento a todo el fútbol europeo y se ganó la admiración y el interés de muchos grandes clubes, entre los cuales también estaba el Real Madrid.

El francés dio otro paso en su crecimiento en el última temporada, cuando, tras las ventas del argentino Carlos Tévez, Vidal y Pirlo, Pogba se quedó como máxima estrella del equipo y fue premiado con la camiseta número 10.

Tras otro doblete ("scudetto" y Copa Italia), Pogba llegó a la decisión de que su etapa en el Juventus se había cerrado y que era el momento correcto para volver a un Manchester United que él siempre definió como su "familia".

Después de varias semanas de negociaciones, los ingleses decidieron aceptar las peticiones de los "bianconeri" y pagaron 110 millones de euros para recomprar al francés.

El jugador, que disfrutó de unas semanas de vacaciones después de disputar la Eurocopa con su selección, viajó a Inglaterra el sábado pasado y se sometió a controles médicos con su nuevo club, antes de firmar un contrato de cinco años a 13 millones de euros por cada temporada.

El "ragazzino" ya es un hombre y vuelve al Manchester United con la ambición de ganarlo todo en el equipo del técnico José Mourinho y del sueco Zlatan Ibrahimovic. 

(Con información de EFE)