Por si no lo habías visto, el número publicado hoy por la revista Caretas tiene como portada a Adriano Pozoquien golpeó, arrastró y violentó a su expareja Cindy Arlette Contreras en un hotel sin importarle nada ni nadie. Esta decisión lo vuelve la cara de la revista para su cobertura sobre el movimiento Ni Una Menos, que se desencadenó al lograr Pozo la impunidad por su agresión, a pesar de que el video donde esta se registra haya sido difundida por todos los canales de televisión.

Foto: Hugo Ned Alarcón

Caretas le dedica cuatro páginas de esta edición a una entrevista al perpetrador realizada de una forma, por decir lo menos, complaciente. La nota tiene un tinte justificador al presentarlo como un chico de buena familia con un desequilibrio mental que, dados los sucesos, "no puede ya ni salir de su casa por miedo". Lo primero que Pozo declara en esta suerte de descargo es que "a nivel de Fiscalía nunca se ha podido probar lo que se me acusa". Cuando vemos los argumentos para anular el juicio nos damos cuenta por qué. 

Luego se dedica a victimizarse diciendo que fue maltratado psicológicamente por Contreras al ser confundido por otra ex pareja, cosa que lo hace considerar que ella "no debe ser tomada como bandera de esta marcha (#NiUnaMenos)". Todas estas declaraciones son dadas por Pozo sin ser cuestionado.

"Creo que poner a Adriano Pozo en portada una semana antes de la marcha es una falta absoluta de respeto. No sólo para Cindy Arlette sino para todas nosotras. El tono de la entrevista también lo es", comentó Jimena Ledgard, integrante de la plataforma #NiUnaMenos, a LaMula.pe. 

Ana María Vidal, secretaria adjunta de la CNDDHH, también cuestiona el enfoque dado a la entrevista. "Se podría pensar antes de leerla, de buena fe, que el objetivo de ella sería hacer que el perpetrador caiga en sus propias contradicciones. Pero no, uno mira la portada y él aparece desafiante en la foto. Luego ves en la nota que se toma toda su versión y se deja en duda la de la agraviada".

María Ysabel Cedano reflexiona sobre la responsabilidad de Caretas al publicar historias como esta: "Una de las violencias que también sufrimos las mujeres es la simbólica. Ella se produce generalmente por quienes tienen el poder de forjar e influir en el imaginario de la gente. Lamentablemente Caretas está incurriendo en ella. Caen en una narrativa donde aparecen los lugares comunes típicos de la justificación de la violencia machista".

¿En qué consiste esta narrativa? Cedano apunta que "en primer lugar, presentan a Pozo como una persona de bien, de una familia acomodada, de esos que son incapaces de hacer estas cosas".

Otro lugar común en el que cae la narrativa de la entrevista a Pozo para la directora de Demus es el de 'romantizar la violencia'. "El error de Caretas está aquí en permitirle que cuente una vulneración de derechos como una historia de amor. Donde él, por su parte, lo tiene en exceso, y por parte de la víctima hay una conducta sexual reprobable. Ella es 'infiel' e 'interesada en su dinero'".

"¿Por qué no hacer contrapreguntas?" cuestiona Ledgard en torno a la no-reacción frente a lo dicho por el entrevistado. "Él legitima su crimen al decir que ella ejerció violencia psicológica sobre él. Una respuesta así amerita una contrapregunta, y una bastante firme además. Sin embargo en la nota se continúa dejando que él relativice la situación".

Imagen: Álvaro Portales

Esta relativización y desacreditación de Contreras es un ataque a la marcha #NiUnaMenos en sí para Ledgard, un ataque que Caretas resalta. "La bajada que han escogido diciendo que Cindy Arlette no debería ser 'el rostro' es una forma de deslegitimar a la marcha misma".

Sobre la 'defensa' de Pozo, Vidal comenta que "todos los perpetradores hacen sus descargos tratando de culpar a la víctima, siempre". "Vea usted el observatorio de criminalidad del Ministerio Público, las razones que dan los agresores siempre son las mismas", dice Cedano.

Para Susana Chávez, directora de Promsex, este 'descargo' trata de "hacer conexión con todos aquellos que comparten la idea que las mujeres tienen que obedecer  y cuidar el estatus de la pareja".

Chávez desmiente, indignada, la afirmación que da Pozo cuando asegura que 'en ningún momento se ha podido corroborar lo que (Contreras) dice'. "Aunque él no quiera, él sí está sentenciado y declarado culpable (al menos de lesiones leves, así sea una pena demasiado benigna). Pero se ríe de esa sentencia. Él asume que ha ganado porque sabe que va a quedar libre, que sus actos no van a tener ninguna repercusión", señala.

Frente a las declaraciones de Pozo, las entrevistadas reivindican la figura de Contreras. "Aunque él no quiera, esta mujer es para todo el Perú el símbolo de este hartazgo que representa #NiUnaMenos", recalcó Vidal. Para Chávez, "Arlette sí es un símbolo, no por tener buen comportamiento o por haber sostenido una relación violenta, sino porque ella no pudo ser protegida ni por su entorno ni por la justicia, y por lo tanto, la sociedad y el Estado están en deuda con ella".

En sus últimos párrafos, la nota termina convirtiéndose en una especie de reflexión de la salud mental en el Perú y proponiendo a Adriano Pozo como una víctima por haberse determinado por el PJ que sufre de trastorno límite de la personalidad.

Fuente: Caretas

Para Ledgard, "efectivamente el problema de la salud mental en el Perú es gravísimo, y las personas que sufren de desequilibrios mentales necesitan ayuda. Pero pretender relativizar lo que sucedió dándole ese enfoque a la nota y cerrando de esa manera, es incorrecto por decir lo menos". 

Cedano es más frontal en sus palabras. "Este señor no violentó porque es 'borderline', sino porque es un machista. Este señor cree que las mujeres no tienen un derecho a tener libertad sexual y sus declaraciones lo muestran", anota. 

Por su parte, Chávez afirma que "esta justificacion se cae sola al evidenciarse que este tipo de agresividad se presenta en él sólo con su pareja íntima, pero no con las demás personas". 

Al ver que no solo Caretas usa esta justificación, sino también el tribunal que vio el caso, Chávez comenta que "al ser la violencia una conducta delictiva, uno esperaría que Pozo sea juzgado y sentenciado tal como lo dice la ley. Se evidencia también la fragilidad del Poder Judicial en este caso, pues la jueza que lo vio no sólo parece haber caído en prevaricato, sino que además mostró su  nulo entendimiento en temas de violencia de género".

Ledgard cuenta a LaMula.pe que las encargadas de la organización de #NiUnaMenos están anonadadas, y sobre todo profundamente decepcionadas. "Caretas se contactó hace poco con nosotras para ofrecernos una página entera libre de costo. Nosotras considerábamos a la revista como un aliado a raíz de eso". Puedes leer el comunicado del movimiento al respecto aquí.

Cedano informa que en Demus cuestionan el tratamiento noticioso de este caso de parte de Caretas. "Hay que decirlo así. Porque ahora todo el mundo se declara parte de #NiUnaMenos. Pero es una burla que se sumen a una campaña dándole tribuna a un agresor y se presten con esta narrativa a generar más violencia contra la mujer". 

"Yo no dudo, y que me prueben lo contrario", continúa Cedano, afinando la puntería, "de que acá la familia de este señor ejerce su poder social, económico y político para lograr un publirreportaje que le 'lava la cara'. Yo me atrevería hasta a pedir que Caretas me pruebe que no existe ningún vínculo entre la familia del victimario y ellos o alguien de su equipo".

Tratamos de comunicarnos con Caretas pero hasta el cierre de la nota no obtuvimos respuesta.


Bonus Track:

En la portada adriano pozo y 'ni Una menos'. En la última página una burla y 'ni una más'


(La Marcha #NiUnaMenos se realizará el 13 de agosto. Para más información sobre ella visitar su página de Facebook)


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