Al menos 15 personas resultaron heridas en Alemania, tres de ellas graves, luego de que un atacante suicida hizo estallar una bomba que llevaba en el cuerpo en la ciudad de Ansbach, en el estado de Baviera. 

El atentado, que pudo haber sido una tragedia peor, ocurrió el domingo a las 10 de la noche, cuando los alrededores de un céntrico restaurante en que ocurrió la explosión estaban repletos de gente, debido a la celebración de un festival de música cerca del lugar.

Ambulancias en el lugar de la explosión. (AFP)

El hombre quiso entrar al festival, pero no se le dejó pasar porque no tenía entrada; y de haberlo conseguido, hubiera tenido que someterse al control de bolsos y mochilas establecido.

El único muerto fue el atacante suicida, de 27 años, quien fue identificado como un inmigrante sirio que había pedido asilo en Alemania y cuya solicitud fue denegada. Iba a ser deportado a Bulgaria, pero el trámite no se llegó a completar.

El ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, explicó que el suicida había llegado hace dos años al país y que contaba con un documento temporal y que los servicios sociales le habían facilitado un apartamento para que viva.

El atacante había intentado suicidarse dos veces y había estado internado en un centro psiquiátrico. Las autoridades alemanas investigan ahora a su entorno.

Un día antes, el sábado, otro refugiado sirio mató con un machete a una mujer y hiere a otras dos personas en la ciudad de Reutlingen, al suroeste de Alemania, y el viernes, en Múnich, un joven alemán iraní de 18 años mató a tiros a  personas en un centro comercial, en un ataque que planificó durante casi un año.

Grabó un video

Herrmann explicó en una conferencia convocada de urgencia esta madrugada que el inmigrante sirio grabó en su celular un video en el que amenazaba con un atentado en nombre del Islam

"En el móvil del hombre se encontró un vídeo con una amenaza en árabe en la que, según una traducción provisional, anuncia un atentado contra Alemania en nombre del Islam", dijo el ministro alemán.

En la grabación, el suicida se declara seguidor de Abu Bakr al-Baghdadi, líder de la organización terrorista Estado Islámico (EI). Según Hermann, el hombre decía que se trataba de una venganza contra Alemania por interponerse en el camino del Islam y por la muerte de musulmanes.

En paralelo, en una conferencia de prensa en Berlín, el ministro federal del Interior, Thomas de Maiziére, había dicho que no se podía descartar ni que hubiera una motivación terrorista ni que el acto hubiese estado suscitado por la inestabilidad psíquica del hombre.

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