La sonda espacial Juno llegó a Júpiter, el planeta más grande del sistema solar. Es una proeza, porque los expertos de la NASA tuvieron que realizar una riesgosa maniobra que, sí fallaba, podía frustrar una misión de US$1.100 millones que fue lanzada al espacio el 5 de agosto de 2011.

El equipo que dirigió Scott Bolton, el jefe de la misión, frenó por 35 minutos los motores de Juno hacia abajo, de manera que pudo ser aspirado en la órbita de Júpiter. 

El riesgo de fracaso de la misión era alto. Expertos de la NASA calificaron a Júpiter como "un monstruo que gira a tal velocidad que hace que su gravedad lance rocas gigantes, cometas, rayos cósmicos... hacia afuera".  Para hacernos una idea de la velocidad a la que rota, un día en Júpiter dura 10 horas.

"¡Acabamos de lograr lo más complicado que jamás haya hecho la NASA!", dijo emocionado Bolton, tras confirmar que Juno logró con éxito entrar a la órbita del gigantesco planeta que guarda los secretos de cómo se forman el agua, el metano y elementos como el helio e hidrógeno.

Desde 1973, Júpiter ya ha recibido la visita de nueve sondas, aunque solo una, Galileo, se quedó en su órbita entre 1995 y 2003, y recogió una gran cantidad de información sobre todo el sistema jupiterino.

¿Cuáles son los objetivos de la misión?

Lo conseguido hasta el momento es si bien un proeza, lo que falta es más importante aún: recoger información. La misión de Juno es acercarse a una atmósfera llena de obstáculos, tomar los datos y salir.

Los obstáculos y riesgos que tendrá juno no son pocos.  (NASA)

Uno de los objetivos que se espera logra con la información que recolecte Juno es analizar con precisión el campo gravitatorio y el campo magnético de Júpiter, y desvelar así la estructura interior del planeta gigante y la masa de su núcleo, con el fin de confirmar o descartar la hipótesis de los astrónomos que plantea que, en sus orígenes, Júpiter era una súpertierra del tamaño suficiente para ir acumulando a su alrededor grandes cantidades de materia de la nube primigenia que rodeaba el Sol tras su nacimiento.

Otro aspecto que espera develar al sonda Juno es lo que oculta el planeta gigante debajo de las esas densas nubes de gas que hay en su atmósfera. Debajo de ese manto se puede contemplar la historia del Sistema Solar.

Otro aspecto que llama la atención de los astrónomos es averiguar la cantidad de agua que contiene. Esto permitirá saber si se formó en la misma posición del Sistema Solar donde está ahora o si lo hizo en otro lugar. Y a partir de ahí además se entender la historia de otros planetas y hasta se podría deducir de dónde pudo llegar el agua que permitió la aparición de la vida en la Tierra.

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