Ayer, domingo 26 de junio, se llevaron a cabo las nuevas elecciones en España, y el Partido Popular (PP) ganó con un resultado mejor del obtenido el 20 de diciembre pasado. Con el 100% de los votos escrutados, el partido conservador obtuvo 137 escaños, 14 más que en diciembre. 

No obstante, el escenario es parecido al de hace seis meses: debe haber pactos entre los partidos para formar un gobierno debido a la fragmentación parlamentaria. Como se recuerda, el fracaso en las negociaciones tras los anteriores comicios obligó a la repetición de elecciones.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se mantendría como segunda fuerza, con 85 escaños. En tanto que Unidos Podemos (coalición de Podemos e Izquierda Unida, izquierda) obtendría 71 escaños y Ciudadanos (centroderecha), 32. 

 

Aunque el Partido Popular mejoró el resultado de diciembre, al no conseguir los escaños necesarios para gobernar en solitario, requerirá del apoyo de otras formaciones.

La mayoría absoluta en España se logra con 176 escaños. La suma de escaños de PP y Ciudadanos se queda en 169. El PP, con Rajoy a la cabeza, aspira a una posible “gran coalición” con PSOE y Ciudadanos.

Sin embargo, la negociación no será fácil. El PSOE ha reiterado que "ni por activa ni por pasiva" -es decir, ni votando a favor ni con una hipotética abstención en la votación parlamentaria de investidura- permitiría un gobierno del Partido Popular.

Tras este resultado, una coalición de izquierdas tampoco se plantea fácil, ya que en conjunto ha perdido apoyos frente a los resultados de diciembre. La suma de PSOE y Unidos Podemos logra 156 escaños.