Hoy la Bolsa de Londres empezó la sesión con una caída de 1%, pero las entidades bancarias que cotizan en ella lo pasan mal. Royal Bank of Scotland (RBS), Barclays y Lloyds han perdido 10%, la mitad de lo que perdieron el viernes pasado tras el Brexit pero suficiente para encender alarmas. Al punto que la bolsa  tuvo que suspender las operaciones de Barclays y RBS luego de que cayeran por debajo del 8%. Así se activó el denominado 'cortocircuito'.

Cuando se activa este mecanismo, el intercambio automático de acciones se suspende y se da comienzo a una subasta para recalcular su valor de mercado, lo que permite ajustar su precio antes de que se reanude el intercambio automático. De esa manera, los bancos recuperaron un par de puntos.

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Y es que, el sector financiero se encuentra ante un futuro incierto. Algunos analistas -informa el diario español ElEconomista.es- anticipan ya una ayuda de emergencia del Banco de Inglaterra, que a su juicio, recortará en 25 puntos básicos sus tipos de interés el próximo mes, y recortará otros 15 puntos básicos de aquí a final de año. También contemplan que el organismo aumente su programa de estímulo en 50.000 millones de libras.

En días pasados -recuerda The Independent-  el famoso economista Nouriel Roubini, conocido como 'Dr. Doom' por predecir el colapso financiero del 2008, advirtió de una recesión post-Brexit, a la par que el director del Banco de Inglaterra, Mark Carney, también hablaba de una recesión técnica que podría durar dos trimestres. 

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Otro sector perjudicado por la corriente bajista es el asegurador. Los títulos de Aviva bajan el 5%, los de Legal & General pierden el 10% y los de Old Mutual retroceden el 3%. 

Entre los descensos destaca también EasyJet que se deja cerca del 20%. La aerolínea ha confirmado este lunes que la decisión de los ciudadanos británicos de sacar a Reino Unido de la Unión Europea tendrá un impacto serio sobre sus cuentas este año. La firma de bajo coste ha estimado así que su cifra de negocio se reducirá, al menos, en un 5% en el segundo semestre.

Mientras los analistas más prudentes piden esperar antes de determinar una fuerte crisis económica, los aún socios europeos prefieren que el Reino Unido se retire pronto por temor a un contagio económico.

 

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