Paulo Bernardo, exministro de los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, ha sido detenido este jueves en Brasilia por su implicación en el escándalo de Petrobras. 

El político del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) está acusado de desvíos por un valor de 52 millones de reales, es decir unos 1,5 millones de dólares, en contratos con una empresa de informática. Ahora se encuentra cumpliendo prisión preventiva luego de ser detenido en el departamento de su esposa, la senadora Gleisi Hoffmann (PT), también implicada en la operación policial Lava Jato que investiga la corrupción en la petrolera brasileña. La casa que la pareja comparte en Curitiba fue registrada por la policía. 

Cabe indicar que Hoffmann también fue ministra durante el Gobierno de Rousseff y actualmente es una de las principales defensoras de la mandataria, apartada del poder por el proceso de su juicio político. 

Asimismo, la sede nacional del PT, en Sao Paulo, y la sede de Brasilia, también están siendo registradas hoy. El presidente del partido, Rui Falcao se dirigía a la capital del país cuando los agentes llegaron a las instalaciones. Es así que, al enterarse del registro, decidió volver a Sao Paulo.

Este nuevo operativo denominado Custo Brasil (Coste Brasil), es consecuencia de las investigaciones de Petrobras y estudia los supuestos desvíos de 100 millones de reales entre el 2010 y el 2015.

Además de detener a Bernardo, la policía ha llevado a la comisaría a Carlos Gabas, otro exministro del gobierno de Lula y Rousseff y al periodista Leonardo Attuch, editor del portal de noticias Brasil 247. 

La investigación que está detrás de Paulo Bernardo se basa en la confesión de Alexandre Romano, un concejal del municipio de Americana detenido en agosto del año pasado. Según Romano, que ha llegado a un acuerdo para confesar a cambio de rebajas en su condena, recibía dinero irregular del Ministerio de Desarrollo. 

(Con información de elpais.com)

(Foto de cabecera: EFE)