Pasadas pocas semanas del 5 de octubre del 2014, fecha en la que se realizaron las elecciones municipales y regionales, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) proclamó al candidato del Partido Popular Cristiano (PPC), Manuel Velarde, como alcalde electo del distrito de San Isidro. 

Velarde resultó elegido con 15 mil 16 votos (29,63%), dejando atrás a la candidata de Fuerza Popular, Madeleine Osterling, con 14 mil 144 (27,91%). Apenas 872 votos de diferencia.

El fujimorismo de San Isidro se quedó con la sangre en el ojo por la derrota, ya que en algunas encuestas previas al día de la elección, Osterling (curiosamente, hija de Felipe Osterling, el valiente expresidente del Senado que se enfrentó al cierre del Congreso ordenado por Alberto Fujimori), iba a la cabeza. Pero en el final, y con un angustiante conteo de votos, Velarde se impuso.

Desde el inicio de su gestión, Velarde trató de darle nuevos aires a la administración tradicional del distrito. A diferencia de sus antecesores, promovió la apertura de ciertos espacios públicos no solo para sus habitantes, sino para los visitantes de otros lugares de Lima.

Esto generó la incomodidad de muchos vecinos, acostumbrados a no "cruzarse" con gente de otros distritos a los que consideran inferiores socialmente. Dicha posición excluyente fue recogida por los regidores de oposición, cercanos al fujimorismo, que de a pocos ha tratado de complicar la gestión del alcalde Velarde.

Una vecina del distrito, Patricia Arévalo, ha explicado el asunto en su cuenta de Facebook:

"Al poco tiempo empezó el bloqueo a su gestión, a través de páginas en este medio y grupos cerrados cuyo único propósito ha sido demoler y criticar cualquier cosa que haga. Se le acusa de robo, de inepto, y hasta de ser ciclista y promover el uso de espacios públicos.  Si pone wifi en los parques, que para qué, si los vecinos en San Isidro tienen wifi en sus casas, eso va a traer gente de afuera; si coloca mini gimnasios públicos, lo mismo; si pone juegos infantiles en los parques, qué horror, van a hacernos bulla y van a venir niños de otros distritos; si cambia el sentido del tráfico en una calle para mejorar la fluidez, lo hace porque no tiene criterio o quiere fregar a los vecinos; si le roban el celular a mi hijo, es culpa del alcalde. Según ellos, TODO lo que hace está mal. Desde el inicio de la gestión y sin tregua".

Finalmente, el grito de guerra ha sido anunciado: Según el blog Desde el Tercer Piso, el último 14 de junio, el ciudadano Alonso José Rey Bustamante adquirió el kit para la revocatoria del alcalde Velarde, que es el número 27 en la lista que puede ver a continuación.

Según el mismo Blog, de José Alejandro Godoy, Rey Bustamante aparece como integrante del equipo técnico de Fuerza 2011, ahora renombrado como Fuerza Popular.

¿GLOBO DE ENSATO?

Al respecto, Patricia Arévalo ha manifestado en el mismo post:

"Me recuerda lo que sucedió con la alcaldesa Susana Villarán y lo que podría pasar con nuestro próximo presidente. Realmente preocupa".

Arévalo se refiere al proceso de revocatoria que enfrentó Villarán, del cual salió airosa (aunque perdió casi todos sus regidores); y a un probable proceso de vacancia que el fujimorismo, aún con la sangre en el ojo por la derrota en segunda vuelta ante Pedro Pablo Kuczynski, podría impulsar aprovechando su mayoría de 73 congresistas.

Según la ley electoral, si Velarde es revocado, asumirá el teniente alcalde. Pero si se impulsa la vacancia de Kuczynski en el Congreso, el fujimorismo, con su mayoría parlamentaria, puede colocar a un presidente del Congreso de su partido, y luego tomar el Poder Ejecutivo, al estilo de la sucesión de Valentín Paniagua a Fujimori en noviembre del 2000. 

Por eso, el caso de Velarde en San Isidro es un globo de ensayo. Ya lo fue, a su manera, lo que vivimos los 10 millones de limeños entre finales del 2012 y los primeros meses del 2013. Lo que está claro es que es una práctica de perdedores cercanos al fujimorismo, como ya se ha visto en ese proceso.

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