En las últimas seis décadas, los candidatos que llegaron a Palacio de Gobierno lo hicieron con programas progresistas o de centro. En la mayoría de los casos, terminaron olvidando estas propuestas y se acomodaron con lo que en política se conoce como "derecha".

A pesar de haberse denominado como "socialista", es sabido que Pedro Pablo Kuczynski, virtual presidente según los últimos resultados de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), es de corte conservador. Si bien ha ofrecido en su campaña invertir en infraestructura y educación, no tocará el modelo económico vigente en el país, conocido como "neoliberal".

Con el 7% de actas aún por escrutar por parte de la ONPE, y con una apretada ventaja seis décimas por delante de Keiko Fujimori (103,383 votos de diferencia), Kuczysnki podría convertirse en el primer presidente en 60 años en ser elegido con un discurso cercano a la derecha. 

Quizás no haya estado en los planes de la ciudadanía votar por un candidato de esta naturaleza, pero circunstancias como la posibilidad de que el fujimorismo vuelva al poder, lo han permitido. En todo caso, un repaso histórico nos demuestra este hecho.

MANUEL PRADO UGARTECHE

En la segunda mitad de los años 50, la dictadura de Manuel Odría se hallaba desprestigiada y el general se vio obligado a convocar nuevas elecciones, en las que no participó. Convencido por sus partidarios, Manuel Prado Ugarteche, quien fue presidente entre 1939 y 1945, decidió lanzarse a la presidencia por segunda vez.

A diferencia de la vez anterior, sus seguidores fundaron el "Movimiento Democrático Peruano", con el que participaron en las elecciones del 17 de junio de 1956. Pese a su talante conservador y aristocrático, había un buen recuerdo de su primer régimen, beneficiado por la bonanza de las materias primas que se produjo a causa de la Segunda Guerra Mundial, además de haber logrado que se firme el Protocolo de Río de Janeiro, solucionando el tema limítrofe con el Ecuador.

El lema de la campaña fue "Tú lo conoces, vota por él". Aunque en frente tenía al inicialmente favorito Hernando de Lavalle y a un joven candidato llamado Fernando Belaunde, Prado tuvo la habilidad de negociar con los apristas una "convivencia", con lo cual estos lo apoyaron, y venció con el 45,5% de los votos.

INTENTOS FALLIDOS DE CAMBIO

En 1963, Belaunde llegó a la presidencia con Acción Popular, partido que fundó luego de las elecciones de 1956. Su programa era reformista, con énfasis en el trabajo comunitario y la reforma agraria, y estaba lejos del conservadurismo de gobiernos anteriores. Sin embargo, sus acciones no colmaron las expectativas de la ciudadanía, y terminó abruptamente con el golpe de Estado del 3 de octubre de 1968.

En 1980, otra vez Belaunde se presentó a la presidencia, con un discurso parecido al de años anteriores. Pero su segundo gobierno fue más conservador, y algunos de sus ministros, que venían de la escuela de los "Chicago Boys", pretendieron impulsar algunas reformas neoliberales que no tuvieron efecto.

En 1985, un joven Alan García gana la presidencia y lleva al Apra por primera vez al poder. Aunque en su campaña se mostró más de centro, con tendencia a la izquierda, una vez en el gobierno aplicó medidas económicas heterodoxas, impulsando actividades más destinadas al consumo interno que a la exportación, que desembocaron en una de las peores crisis económicas de la historia. Pese a ello, ese primer gobierno aprista no fue nada conservador.

¿UNA COSA ES CON GUITARRA Y OTRA CON CAJÓN?

En 1990, un desconocido Alberto Fujimori ganó las elecciones con un discurso no de izquierda ni progresista, pero sí contrario a la derecha de Mario Vargas Llosa. Una vez en el poder, aplicó el "shock" que prometió no ejecutar, además de varias privatizaciones de empresas estatales. Esa fue su línea durante toda su década, que quedó marcada por ser una dictadura que cometió crímenes de corrupción y contra los derechos humanos.

En el año 2001, con el retorno a la democracia, Alejandro Toledo llegó al poder luego de dos intentos fallidos. Su programa era más centrista, pero una vez en Palacio de Gobierno aplicó algunas medidas más de derecha. Su acercamiento a Estados Unidos y la firma del TLC con este país son ejemplos claros. Empero, subió los sueldos a maestros policías e impulsó temas como la CVR.

Alan García volvió al poder en 2006, gracias a su habilidad para dejar fuera a Lourdes Flores en primera vuelta y luego derrotar a Ollanta Humala en la segunda. Aunque su discurso ya no era el de los 80, sus ofrecimientos iban hacia una socialdemocracia. Sin embargo, su gobierno fue netamente conservador, tuvo ministros vinculados al poder económico e incluso se acercó a sectores conservadores en lo social.

En su segundo intento por llegar al gobierno, Humala llegó a la presidencia con un programa progresista, llamado "La Gran Transformación", que realizaría grandes cambios en el modelo económico. En la segunda vuelta bajó las revoluciones y apostó por la "Hoja de Ruta", un programa más moderado, pero que no dejaba de contemplar cambios. Una vez en el poder, el actual presidente ha experimentado un viraje, gobernando con el mismo modelo, con apenas algunos cambios en el sector educación.

EPÍLOGO

En síntesis: desde 1956 hasta la fecha los candidatos que llegaron a Palacio lo lograron con promesas de cambio, pero las olvidaron en el camino, específicamente desde 1990, y se acomodaron al "establishment". En esta elección, no será necesario que el ganador olvide sus promesas. Incluso si Keiko Fujimori, de manera extraña, voltea el marcador.

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