"Mi hijo votó por Fujimori. 'Mamá, vamos a votar por el chinito', 'no, votarás tú, yo no'. Y el día que ganó él estaba feliz. ¿Y todo para qué?, para que lo mataran". Raida Condor recordó así, con la voz entrecortada pero incansable, su lucha en la búsqueda de justicia para su hijo Armando Amaro, uno de los estudiantes desaparecidos del caso La Cantuta. Lo hizo junto a algunas de las personas que en los últimos veintitrés años han sentido su dolor como propio e intentan día a día que los peruanos no nos acostumbremos a lo peor que le puede pasar a un país: quedarse sin memoria.
Doña Raida participó este miércoles de la presentación oficial de la película documental "Su nombre es Fujimori", un registro valioso de lo que sucedió en el Perú durante la década de los años noventa y que en solo dos días desde su estreno en redes sociales ha alcanzado decenas de miles de reproducciones.
El director de la cinta, Fernando Vílchez, se dirigió a los medios desde Madrid, junto a una mesa en Lima de quienes de una u otra manera han formado parte de este proyecto que no tiene mayor fin que hacernos despertar e impedir que episodios nefastos de nuestra historia, no vuelvan a repetirse.
¿Aún no la has visto? Ellos mismos explican de esta manera el por qué, como peruanos, no podemos dejar de hacerlo.
Fernando Vílchez (Director)
La idea nació a raíz de la marcha del 5 de abril -una de las grandes movilizaciones desde la Marcha de los Cuatro Suyos- y estas ganas de estar presente, de buscar que haya un registro más allá de los celulares, de la gente que toma fotos, más visto desde un lado documental. Es tras los resultados de la primera vuelta, cuando Keiko aparece tan cómodamente primera con una mayoría en el Congreso tan abrumadora, que nace esa reacción rápida de poder decir algo. Yo soy de esa generación que está por los treinta años y tuvo su primera marcha en el 97. Esa masa de estudiantes que salieron por primera vez y nos juntamos con sindicatos, trabajadores, profesores. Mis recuerdos son de aquellos años cuando cae Fujimori, cuando renuncia por fax, cuando Montesinos se fuga, cuando entra Paniagua y toda la gente ingresa a Palacio de Gobierno y ocupa el patio cantando el himno nacional. Eran días de mucha emotividad, en los que se sentía que estábamos viviendo momentos históricos, días en los que se podía decir por fin se terminaron estos diez años y hay una nueva manera de repensar lo que va a ser la política. Eran momentos gloriosos y la gran pregunta es ¿por qué en quince años no cambió nada? Lima, que había llenado plazas de felicidad porque había caído Fujimori, hoy termina siendo un bastión del fujimorismo después de la primera vuelta. ¿Qué hemos hecho mal? ¿En qué momento se 'jodió' el antifujimorismo? Cómo hemos estado en una situación tan buena para replantear las cosas y cómo la hemos desperdiciado.
Claudia Cisneros (Productora periodística)
Hoy lo que no está en Internet no existe, sobre todo para los jóvenes. Es urgente que materiales como este existan en la red precisamente para que estos jóvenes que no vivieron o tienen una visión distorsionada de la historia por el relato tergiversado que el fujimorismo se ha encargado todos estos años de construir, puedan acceder a la verdad, a los hechos. Porque este documental esta realizado en base a hechos y documentos fílmicos, históricos para quien quiera acceder a ellos. Son imágenes empolvándose en los archivos de los canales de los medios de televisión. Y son tantas que han quedado muchas fuera. Esto podría ser un documental de diez partes por la cantidad de delitos y latrocinio cometido por el fujimorismo en once años de dictadura. La idea ha sido rescatar lo más esencial de lo nefasto de ese régimen y ponerlo en contexto, pero nos vamos a encargar de que cada una de estas piezas de historia estén en Internet para quien quiera enterarse y difundirlas.
Ahora, también hay que ser autocríticos y responsabilizarnos como sociedad civil. En estos 16 años se ha hecho poco o nada por llegar a esas personas que tienen la versión tergiversada del fujimorismo. Se ha hecho poco o nada por alcanzarles información pura y dura, por hacer pedagogía de qué cosa es democracia y por qué, por imperfecto que sea el sistema, es preferible a cualquier otro. De enseñar por qué la mano dura es innecesaria y que basta que en democracia haya decisión política y liderazgo para hacer bien las cosas. Hay que transmitir el mensaje a las persona de que está mal optar por una opción política solo porque te beneficia directamente a ti, si no pones en la balanza qué significa eso para el país entero. Si los más pudientes optan por el fujimorismo porque les fue bien en su negocio y pudieron lucrar, hay que difundir el concepto de que eso es egoísta, indolente. Igualmente para las clases menos pudientes. Si te pusieron el caño, si te pusieron la pista, no es motivo suficiente para apoyar a una opción política que va a destruir al resto del país, asesinar a tus compatriotas, derramar tanta sangre, destruir las instituciones y quitarle el alma a tu nación.
Katherine Subirana (Productora periodística)
Lo que hemos tratado de hacer es un ejercicio de historia, porque hay cosas que no nos cuentan en el colegio, hay cosas que no se cuentan en los libros y hay cosas que están eliminadas, no sé si intencionalmente, de la historia oficial porque no se consideran lo suficientemente importantes. Pero hay cosas como la lucha de Gisela Ortiz y Raida Condor que son muy importantes y no vale la pena olvidar. Hay cosas como 300 mil mujeres esterilizadas que no vale la pena olvidar. Y lo nuestro ha sido unas ganas de contribuir a los olvidos involuntarios de la historia oficial para poder complementar y que las nuevas generaciones puedan entender lo que nosotros entendimos cuando eramos muy jóvenes. Las marchas nos marcaron de una manera muy especial como creo que ahora lo hacen estas a las que ahora convocan estudiantes de diversas universidades y jóvenes de diversos lugares. Y creo que en el documental tenemos muchos puntos en los que los jóvenes de hoy se pueden identificar. Lo que se quiere evitar ahora es que regrese un régimen que por más que se esfuercen en decirlo, no ha cambiado. Keiko Fujimori es una persona que cuando le conviene se desembarca de su padre y es bueno que tengamos en claro por qué. En el documental tratamos de recorrer una historia de la que ella también ha sido parte aunque lo niegue. Ahí están las imágenes, los hechos, las cosas concretas. Yo creo que los peruanos no somos tontos y tenemos la suficiente capacidad de análisis como para poder entender qué cosas de la historia no nos están contando.
Carmen Amaro (Hermana de Armando Amaro Cóndor, estudiante desaparecido de La Cantuta)
Todo tipo de material contribuye para hacer un trabajo de memoria y justamente de eso se trata este documental. Contribuye a que esas personas que no han vivido la época de la dictadura, por apatía política o porque quizás de forma cercana no han vivido casos de pérdidas como el nuestro, puedan abrir los ojos respecto a esa etapa. Aunque es muy diferente que tú lo veas de manera visual o que te lo cuenten, a vivirlo en carne propia, es sumamente valioso dar acceso para evitar que la historia llegue totalmente sesgada. Aquí hay todo un material recopilado, contundente que al final permitirá sacar una propia conclusión.
El fujimorismo fue una dictadura nefasta que nos ha hecho tanto daño como país, como familia, como ciudadanos en la forma cómo se implementaron políticas de estado de violación a los derechos humanos. En ese sentido este material contribuye con nosotros. Esta es una herramienta que queda para la historia porque esta contracampaña a Keiko Fujimori no termina con el tema de segunda vuelta ni de las elecciones. Recordemos que aún tienen un gran sector de congresistas que van a estar durante estos cinco años. Este es también un llamado para estar alertas, vigilantes y preguntarnos ¿cómo hemos podido permitir el cederles paso? Si bien es cierto nosotros por la coyuntura y ante el peligro estamos articulándonos, hay una gran responsabilidad porque se le ha permitido a Keiko Fujimori y su partido, hacer campaña durante todos estos años.
Francisco Durand (Sociólogo)
Este documental es un intento de argumentar, con bastante lucidez y mucho sentido de la oportunidad, de que a pesar de que que Keiko se presenta como algo renovado que ha superado una serie de patologías que ocurrieron en el pasado, se mantiene en ellas y cada vez se nota de manera más clara y con una enorme rapidez como en las últimas semanas. Y no solo es el manejo de la prensa, la noticia y el tipo de argumentos que se utilizan en un debate político, sino algo más profundo que es la concentración de poder. Este es el elemento central de la continuidad y creo que el documental entiende bien esta problemática. No solo se trata de esa concentración en el Ejecutivo, que es lo que se hizo del año 92 en adelante, sino que al interior del mismo se fue concentrando el poder en torno a tren instancias y tres personajes, de los cuales dos son visible y uno no tanto. En la Presidencia de la República con el Ministerio de la Presidencia que absorbió todos los programas sociales y desarrolló una política clientelista. En segundo lugar en todo el aparato de seguridad policial en torno al SIN, teniendo como figura principal a Vladimiro Montesinos. Pero también se concentró el poder en el Ministerio de Economía y Finanzas convirtiéndolo en un superministerio que tuvo capacidad de decisión sobre el presupuesto en todas sus fases, que predominó sobre el conjunto del Ejecutivo y que mantuvo una relación con lo que probablemente fue uno de los principales beneficiarios del fujimorismo: el gran poder económico. Esta también es una forma de concentración de poder que a veces no queremos discutir pero que este documental realza. Es un elemento que hay que entender ahora, que esto no se limita únicamente a una cuestión de democracia y principios sino que deberíamos al mismo tiempo deliberar sobre la concentración del poder económico.
Marisa Glave (Socióloga y congresista electa)
Yo creo que Fernando es un documentalista que está trabajando con un compromiso por la memoria. Ese tipo de trabajo, como lo fue el documental La Espera, es comprometido y valiente. Atreverse a hacer esto nos recuerda que no existe un fujimorismo de primera y segunda generación, la participación de la misma Keiko en el gobierno de Fujimori y nos recuerda a todos los que luchamos en contra de él que no estamos hablando de una opción electoral más sino que estamos hablando de la dictadura. Y a la dictadura hay que ponerle un freno.
Nosotros tenemos un problema serio como sociedad peruana. Tenemos una deuda histórica muy grande y creo que la tienen los gobiernos democráticos en el país que después de la transición tuvieron miedo de hacer lo que se tenía que hacer: realmente desenmascarar ante la ciudadanía y para las nuevas generaciones lo que significó el conflicto armado interno, que tres gobiernos políticos abdicaran ante las Fuerzas Armadas, y que Fujimori además armara un grupo paramilitar como el Colina utilizando la guerra contrasubersiva para silenciar a dirigentes sociales, estudiantes y quienes pudieran ser incómodos a su régimen. Después de la democracia no hemos hecho una política de memoria y eso es culpa del Estado peruano, de los grupos políticos que gobernaron y de la misma sociedad que debimos exigirlo. Este documental debe ser visto en los colegios. Tiene que ser leído el informe de la CVR, conocer los testimonios de las víctimas y tenemos que entre todos recordar y entender que lo que pasó no puede volver a pasar. Así como en la izquierda hemos dicho que Sendero Luminoso nunca más y que la violencia política y el uso de las armas no es la manera de transformar el país, es importante que entendamos que el poder del Estado no puede implementarse con impunidad, con asesinato, con tortura y con desapariciones forzadas bajo ningún tipo de justificación.
Josefina Townsend (Periodista)
Hay que recordar para no volver a pasar por lo que ya conocemos sobre todo desde el punto de vista periodístico que conocemos todos aquellos que cubrimos los acontecimientos de esa época. Y no es que sea solamente el pasado sino también la continuidad que tiene hoy en el presente. Nos preocupa muchísimo las reacciones de Keiko de no poder deslindar, como tampoco lo hizo el padre, con la corrupción. No se trata de que 'esto ya pasó' y esta es 'otra versión del fujimorismo'. Casos como los de Joaquín Ramírez y su candidato a vicepresidente, refleja que no hay ese cambio que ella quiere mostrar.
Los que eran más chicos en el fujimorismo tenían acceso a una televisión que estaba controlada, captada, comprada como nos enteramos después. Yo trabajaba para CNN y cubría como otros medios internacionales o del cable, pero cuando mirabas la televisión abierta del Perú era otra la realidad que presentaba. Entonces esos jóvenes han crecido con esa imagen distorsionada. Y los no tan chicos también, porque hoy mucha gente cree que el Perú de Fujimori terminó muy bien, con cifras importantísimas. ¡Terminó en recesión! Pero eso no se decía en los medios abiertos. Revisando los reportajes que hacíamos en CNN en esa época veía la queja en las calles no solo porque Fujimori destrozó la institucionalidad sino también la crítica por la situación económica.
Jorge Rodríguez (Activista, vocero de Coordinadora #KeikoNoVa)
Documentales como este aportan muchísimo a la construcción de la memoria histórica. Si bien muchos no vivimos de manera directa ese proceso de la historia, no nos quita valor para salir a emitir una opinión y luchar contra lo que fue porque precisamente existe una memoria histórica de lo que representó. Las políticas que se aplicaron en la época de la dictadura todavía nos afectan. No pudimos haber estado en ese tiempo, pero las consecuencias todavía las vivimos, en materia de derechos laborales, de derechos humanos, en la construcción de este estado mafioso que se ha asentado en el país, la infiltración del narcotráfico que no es de ahora. La misma Constitución que nos rige es herencia del fujimorismo.
Hay intención de lavarle la cara al fujimorismo de parte de un sector económico que estuvo muy aliado a él. Por eso estos materiales deberían distribuirse en universidades, el Estado debería tener un política pública para recordar lo que significó la dictadura y que nunca más vuelva a suceder. En el supuesto negado que Keiko gane las elecciones la resistencia tiene que seguir y este tipo de documentos ayudan muchísimo para que mucha gente joven que no lo vivió o aquellos que lo vivieron pero que sufren una especie de enajenación de los medios de comunicación, de la política clientelar del fujimorismo, de los errores de los políticos que han venido, y asumen que el gobierno de Fujimori supuestamente fue mejor, tengan mayor información de lo que sucedió realmente. Estos materiales sirven para conocer la verdad y para llegar a ella lo que se necesita es tener una conciencia crítica, información, conocer la historia.
Paola Ugaz (Periodista)
Es clave cualquier tipo de documento o archivo periodístico que te cuente o te ilustre lo que ha pasado en ciertos gobiernos, sobretodo del lavado cerebral que nos han hecho como sociedad desde que pasó el régimen de Paniagua, durante el cual los canales de televisión no hicieron el trabajo de memoria que se debió realizar. Cuando pasó el régimen de la segunda guerra mundial en Alemania y se formó la Deutsche Welle, se hizo bajo ciertos principios en los cuales la democracia era el valor principal. El recordar lo que pasaba, el saber que la apología a la mano dura, las desapariciones, las matanzas era algo malo. A entender que los derechos humanos no son un cuco, a que un lugar como el ojo que llora no es polémico, a que alguien diga que una cárcel a los cuatro mil metros de altura es cruel, no es algo malo. Eso es lo que nos faltó como sociedad, entre otras cosas. Nos faltó a todos. Medios, políticos, universidades.
Creo que este documento es parte de muchos trabajos y cosas que debemos hacer, pero no por esta cosa manipuladora o atrabiliaria que está haciendo el fujimorismo del supuesto 'odio' contra ellos. Qué mayor prueba de amor puede haber de una hermana como Carmen Amaro o Gisela Ortiz, que dejaron sus vidas atrás, sus proyectos personales, porque para ellas era más importante trabajar en la búsqueda de justicia. Ellas viven pensando en justicia, en que la gente no se olvide, en hacer algo. Hay angustia porque en el regreso de Keiko Fujimori, además del autoritarismo, hay mucho ánimo de venganza de su gente. Esas cosas son las que hacen que uno esté aterrado como sociedad.
Desgraciadamente no ha existido ánimo de ningún canal de este país, en general, de ver proyectos que buscan recordar lo que pasó. Invierten en todo menos en esto. Los medios de comunicación si bien tienen que ganar plata y muchas cosas más, siento que se han dejado llevar por una ola en la cual ya no importa informar a la sociedad ni a la historia ni a la juventud. Hemos perdido algo clave en el periodismo, las redacciones ya no forman periodistas. Ya nadie forma a un periodista para buscar noticia, para escribir, eso es lo grave de todo esto.
Mira aquí el documental al completo
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