Giuliana Müller dibuja desde que supo lo que es dibujar y cuando solo tenía 5 años, anunció que de grande sería como John Bonachón: caricaturista y dueño de un gato. Ahora, a los 23, Giuliana vive con muchos gatos y es una reconocida ilustradora en el mundo del webcómic, en el cual su personaje “Aiko” deslumbra a muchos por contar sus historias, como ella lo dice, “reales que le pasan a cualquiera”.

Si bien otras ideas cruzaron su mente, como ser astrónoma o tatuadora, lo que a ella le gustaba era dibujar, había aprendido en todos esos años y cuando salió del colegio optó por el diseño gráfico, una carrera que –como asegura Giuliana– disfruta mucho. Esa pasión de vida por el dibujo se trasladó también a su carrera, la que empezó a los 16 años y que abandonó un ciclo antes de acabar solo para poder empezarla otra vez en otra institución que ofrecía lo que ella esperaba. La búsqueda profesional coexistía con la del estilo propio, ese que Aiko buscaba conseguir, el de dibujar con un simple trazo todo un mundo personal y emotivo.

Giuliana no tenía referentes de otros ilustradores que hicieran lo que ella exploraba hasta crear su fanpage en el 2012. Ahí recibió muchos comentarios acerca del parecido entre su propuesta y otros proyectos, “en realidad me decían que me estaba copiando”, cuenta con gracia, “de el diario de una vólatil,” –la creación de la argentina Agustina Guerrero. Fue así como Giuliana exploró y descubrió no solo a Guerrero sino a muchas otras mujeres ilustradoras con quiénes se identificó, aunque asegura que su preferida es Sarah Andersen, una ilustradora de su misma edad, que vive en Brooklyn.

Antes que Aiko cobrara vida, Giuliana intentó por años crear también historias de ficción, diversas viñetas con estilos distintos hasta que dijo “voy a hacer esto bien, vamos a definir uno” y fue entonces que empezó a dibujar a Aiko. Las viñetas las compartió desde su cuenta personal en Facebook, como parte de un álbum que tituló: “Mis historietas que no tienen nombre”. Las primeras historias tuvieron gran acogida entre los amigos que la animaron a crear un fanpage. Giuliana no sabía cómo llamarla hasta que sugirió, en broma, ponerle “Aikosas que pasan” y nadie pensó que fuese mala idea.

Aiko es Giuliana, por eso decidió ponerle ese nombre a su proyecto. No es que le llamen así por el nombre de su fanpage. La historia es de cuando Giuliana era chica, una adolescente esta vez. Tras acabar la primaria quiso cambiarse el nombre y con 12 años, al iniciar el nuevo año escolar ya había elegido cuál sería. “Puedes decirme Aiko”. Con el fanpage oficial empezó a construirse aquella comunidad donde Giuliana iba convirtiéndose en ese personaje simpático que usa una emblemática boina roja y que cuenta sin reparo situaciones cotidianas en nuestra sociedad, diversas manías o argumentos existenciales.

Hace cuatro años Giuliana se dibuja a sí misma, todas las viñetas reflejan anécdotas reales y cada una se cuenta con franqueza, sin censura, porque así lo prefiere: transmitir la sensación espontánea y original de esos momentos. “Pueden ser románticos, estúpidos, tiernos, feos, pero te identificas, no todas mis viñetas son graciosas porque no siempre me pasan cosas divertidas, pero todas son reales. Muchos me dicen cuando las ven ¡yo creí que eso solo me ocurría a mí!", cuenta Aiko que siempre lleva consigo una libreta y un lapicero para bocetear ideas y cuando no puede, hace notas de voz en su teléfono, se dice dos o tres frases de la situación para no olvidar dibujarla después.

La página de Aiko hoy tiene más de 36 000 seguidores y alberga más de 200 viñetas. Hay quiénes la siguen en eventos y ferias solo para acercarse a demostrarle su cariño, pedirle un dibujo o una foto. “Algo que me ayudó en un comienzo fue que Wendy Ramos compartió una de mis viñetas. Luego de eso poco a poco me empezaron a conocer. Pero, fuera de lo que es trabajo u oportunidades que han surgido gracias a la página, una de las cosas más bonitas es todo lo que te dice la gente, no te alimenta el ego pero te hace sentir bien, como que se te acerquen a darte un abrazo. De verdad hasta ahora no entiendo de dónde sale tanta gente”.

La aventura de Aiko empezó desde que nació, ella como Giulina y después como el personaje que ahora tiene vida propia. Hace cuatro años que surgió esa fase del proyecto y este año le espera una nueva etapa. Algo en lo que Giuliana viene trabajando desde hace un año pero del cual aun no puede contar detalles. “Máximo en dos meses ya tendría que hablar al respecto, ahora me cuesta mucho no hacerlo porque me emociona, pero ya llegará el momento”, concluye Aiko que planea viajar a la feria del cómic en Trujillo en el mes de octubre. Parece que mucho más seguirá sucediendo.