La alcaldesa de la ciudad de Barcelona, Ada Colau, se presentó por primera en Naciones Unidas el último lunes, donde lanzó críticas a Europa y España por su gestión en la crisis de los refugiados y defendió el poder de la ciudadanía en la toma de decisiones en democracia. 

La alcaldesa participó en nombre de todas las ciudades europeas en la reunión preparatoria de la conferencia Hábitat III de la ONU, que se celebrará en Quito (Ecuador) en octubre con el objetivo de coordinar esfuerzos entre los gobiernos locales y regionales para un desarrollo urbano sostenible las próximas décadas.

El discurso de Colau ante sus homólogos y otros representantes territoriales empezó recordando a una figura esencial en la historia reciente de Barcelona, el exalcalde Pasqual Maragall, que "puso a Barcelona en el mundo" y que inició un debate sobre el poder de las ciudades en la agenda urbana que ahora la alcaldesa quiere relanzar.

"Queremos asumir ese legado", destacó en su intervención, y definió a Barcelona como una ciudad comprometida con los derechos humanos, la solidaridad y la democracia.

Bajo este contexto, Colau aprovechó su posición para mandar un mensaje a los Estados europeos, de los que se sintió "avergonzada" por su papel en la crisis humanitaria en Europa y el mar Mediterráneo, y alertó de que "la propia idea de Europa" está "en peligro" si esta crisis no logra resolverse.

Para la alcaldesa, la actual gestión "no es propia de ciudades que quieren ser del primer mundo y ejemplo de los derechos humanos".

Para resolver esta crisis de forma efectiva, Colau reclamó un gobierno "multinivel" en el que las ciudades asuman más competencias y cooperen de forma directa con los gobiernos estatales.

En este sentido, una vez terminada la conferencia y en declaraciones a los periodistas, Colau solicitó la incorporación de las ciudades en la aplicación de la agenda urbana "desde el cogobierno y la codecisión", puesto que escuchar a la ciudadanía "no es suficiente".

Tras estas declaraciones, la alcaldesa atizó el papel del Gobierno español frente a la crisis de los refugiados, y desveló que pese a que Barcelona realizó múltiples propuestas al gobierno del PP, desde la administración se limitaron a negar toda iniciativa.

Y puso como ejemplo el acuerdo que la administración barcelonesa alcanzó con Atenas: "Con Atenas nos ofrecimos a reubicar con agilidad a personas y el Estado español siempre ha dicho que no, que es su competencia y que no nos deja ayudar. Eso no tiene ningún sentido", lamentó.

Colau reconoció que un solo país "no puede dar una respuesta adecuada", aunque sí elogió el papel de Alemania y Grecia frente a esta crisis, al contrario que el Gobierno español: "España se comprometió a acoger a 17.000 personas y de momento han llegado 18. Es incomprensible", acusó la alcaldesa.

Poniendo como ejemplo las regiones de Oriente que están acogiendo a millones de refugiados a pesar de no contar con los recursos que tienen las urbes europeas, Colau aseguró que con una buena redistribución, "para que ningún Estado tenga sobrecargas", Europa tiene la capacidad de acoger a todos los refugiados.

"Capacidad, tenemos. Lo que falta es voluntad política".

información extraída de efe


Notas relacionadas en LaMula.pe

Se puede y se debe

Madrid y Barcelona, capitales de la dignidad

España: Así fue el mensaje de Pablo Iglesias en el cierre de campaña de Podemos