Al final de la tercera temporada de Orange is the New Black, el desorden se había instalado en la prisión de Lichtfield: Alex era amenazada de muerte por un falso guardia en el invernadero, la cárcel había sido traspasada a una empresa privada dispuesta a exprimirle hasta el último centavo y las presas se habían escapado para ir a bañarse al lago. Además, Piper había terminado de establecerse como una de las líderes peligrosas con su empresa de calzones y Tastee se había convertido en la nueva matrona de las chicas afroamericanas.
Ahora, la cuarta temporada debe resolver todos estos conflictos e introducir uno nuevo: la empresa que administra Lichtfield ha decidido aumentar el número de internas para aprovechar mejor las facilidades de la prisión. Esta lógica, evidentemente, solo puede llevar a nuevas tensiones entre las presas, tensiones que a su vez deben desencadenar un régimen represivo y violento de parte de la administración.
Todos estos conflictos se intuyen a partir del nuevo tráiler para la cuarta temporada, que se estrena completa en Netflix este 17 de junio. Es notable la ausencia de Alex (Laura Prepon), cuyo destino es incierto y cuya relación amorosa con Piper hace tiempo que cuelga de un hilo. Piper, por su parte, huele algún tipo de amenaza contra ella, cosa probable ya que su personaje ha tendido a sobreestimar sus habilidades para la diplomacia carcelaria. Por lo demás, Orange is the New Black es, como siempre, un gran escenario para conflictos de religión, raza y sexualidad, garantizando una nueva temporada con esa mezcla característica de comedia y drama que la hace la serie más popular entre las originales de Netflix.
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