Voten como voten quienes rechazan al fujimorismo, ya sea haciéndolo por Pedro Pablo Kuczynski o viciado, todos coinciden en que ambos son lo mismo, especialmente la izquierda más "principista". Por más que unos se desmarquen de la Confiep, u otros digan que no son de derecha, lo cierto es que los poderes fácticos están tranquilos, porque ninguno representa una amenaza para sus intereses.
La única diferenciación que queda es la posición ante el fujimorismo. Así lo ha entendido la socióloga Bárbara Ester, en su artículo "Perú con miras al balotaje: la esterilización forzosa de la política", publicado en la web del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG).
Ester menciona que "las elecciones del 5 de junio se definirán en torno al Fujimorismo, sí o no". En base a una crónica de la periodista Jacqueline Fowks para Revista Anfibia, manifiesta que "mientras Fuerza Popular representa de modo claro la derecha política, Peruanos por el Kambio, proyecta la derecha económica".
Esa diferenciación ante el fujimorismo la han expresado ambos candidatos, incluida la misma Keiko Fujimori. Sobre ella, Ester menciona:
"La estrategia de Keiko consiste en desligarse de su apellido paterno y convencer a los electores peruanos de ser una opción más o menos democrática y con respeto por las instituciones. Ya ha logrado con eficacia capitalizar la imagen de su padre situándose como garante de un proyecto que comenzó su padre (ex)terminando al terrorismo, mientras ella lo haría con la delincuencia. Especie de síntesis entre renovación y continuidad de la 'mano dura' que permite el eterno retorno de una vía autoritaria frente al caos".
En cuanto a Kuczynski, la socióloga argentina explica:
"Pedro (Pablo) Kuczynski reagrupa fuerzas en torno a tres ejes claves: el apoyo de Vargas Llosa, el respaldo de grupos mediáticos internacionales y la capitalización de un voto antifujimorista que, en última instancia, prefiera los business del lobista".
Esto último, según las recientes encuestas, se ha manifestado en las primeras semanas luego de la primera vuelta, de manera que PPK lleva una ligera ventaja. Sin embargo, el exministro de Economía parece no diferenciarse mucho en cuanto a la situación carcelaria de Alberto Fujimori:
"En cuanto al indulto, gran tema tabú, ambos proponen dejarlo en manos de la justicia lo que supone validarlo sin grandes costos políticos".
¿GIRO A LA DERECHA?
Aunque se diga que la derecha gobierna el país desde 1990, la victoria de Ollanta Humala en 2011, más allá de su giro conservador una vez en el gobierno, pudo significar la influencia de ola de regímenes "populares progresistas" que se han producido en América Latina en los comienzos de este siglo.
Por ello, para Ester, "cualquiera sea el resultado del balotaje, está en sintonía con el giro hacia la derecha en la región, comenzado en noviembre de 2015 en Argentina" con la elección de Mauricio Macri. "En términos económicos la ortodoxia liberal continuará", sostiene. Y ahora no lo hará a través de candidatos "copados", sino con los suyos propios en Palacio de Gobierno.
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