Los precandidatos demócratas y republicanos se disputan hoy un gran número de delegados en las primarias del estado de Nueva York, un lugar donde la identidad se ha convertido en el mejor estandarte para ganar la contienda con miras a obtener la jefatura de la Casa Blanca en noviembre. 

Por el lado republicano el magnate Donald Trump, quien nació en el barrio de Queens, no tiene competidor para resaltar su condición de local y de favorito al mismo tiempo. El único que podía haberle hecho la lucha es el senador por Texas, Ted Cruz, sin embargo el descontento reinante por sus ataques al polémico multimillonario de quien decía 'representa los valores de Nueva York' le viene jugando una mala pasada. 

Es de esta manera que Cruz no tiene mucha oportunidad en esta ocasión, mientras que el tercero y último en la contienda conservadora, John Kasich, parece el único bien posicionado para obtener un resultado aceptable. 

Cabe resaltar que Nueva York suele inclinarse por el Partido Demócrata, aunque tiene una importante bolsa de votos republicanos en condados rurales del norte y del oeste. Aquí están en juego nada menos que 95 delegados. 

Hasta el momento las encuestas dan por sentado que Trump saldrá victorioso y podrá celebrar su logro desde su poderosa 'Trump Tower', luego de la accidentada contienda en Wisconsin donde se impuso Cruz, un hecho interpretado como el comienzo del fin del magnate caracterizado por su discurso xenófobo y populista.

Sin embargo, el multimillonario aún no está muerto en la carrera para conseguir los 1.237 delegados necesarios para lograr la nominación presidencial. Si Trump superase el 50% de los votos, se quedaría con los 95 delegados de Nueva York, volviendo a tomar el impuso deseado. 

Por la parte demócrata Hillary Clinton, a pesar de no haber nacido en la Gran Manzana sino en Chicago, es la favorita del estado. Y es que las encuestas le da a la exprimera dama 13 puntos porcentuales sobre Bernie Sanders, su principal rival quien nació en Nueva York pero decidió abandonar la ciudad en su juventud para cumplir sus ideales en el vecino estado de Vermont. 

Clinton se ha centrado especialmente en temas de preocupación local, ha salido a las calles y se ha dejado ver en barrios populares rodeada de representantes latinos y afroamericanos con gran influencia en Nueva York. Es así que ayer se atrevió a bailar salsa en un evento en Washington Heights, donde sus seguidores la vitoreaban al grito de '¡Señora Presidenta!'.

Sin embargo, los puertorriqueños, afroamericanos, judíos y los elitistas vecinos del Distrito 12 de Nueva York, donde está el liberal y exclusivo barrio de Upper East Side, pueden terminar dándole los votos decisivos a Clinton, a pesar de la diferencia entre comunidades. En el estado están en juego 247 delegados por los demócratas. 

Mientras tanto Bernie Sanders, ha conseguido movilizar al sector más rural y a los jóvenes de minorías o 'hipsters' del moderno barrio de Williamsburg. El edificio de departamentos de Flatbush (Brooklyn), en donde el autodenominado socialista pasó su infancia, se ha convertido en el escenario de uno de sus mítines de campaña más multitudinarios, a pesar de que Clinton aún tiene la ventaja.

(Con información de infobae.com)

(Foto de cabecera: Composición con imágenes de EFE)