Quizá uno de los elementos que ha causado la inquietud de los espectadores frente a las recientes tragedias de Japón y Ecuador es la proximidad en el tiempo del terremoto que azotó a la isla japonesa de Kyushu el viernes 15 y el que causó al menos 350 muertos en Ecuador tan solo un día después. 

Es así que frente a esta coincidencia, los medios de comunicación han comenzado a reportar sucesos similares que en circunstancias normales no hubiesen sido tomados en cuenta. 

Uno de ellos es el temblor de 5,8 que se sintió cerca de Tonga el domingo 17 por la mañana, cuando la gran parte del mundo recién se empezaba a informar de la tragedia ecuatoriana.

En poco tiempo, con la difusión de las redes sociales, muchos descubrieron que en días anteriores la tierra también tembló en lugares tan lejanos como Birmania, Indonesia y Vanuatu. 

Frente a ello, las interrogantes no se hicieron esperar: ¿La naturaleza nos intenta decir algo con todos estos movimientos telúricos? ¿La cercanía temporal entre los sismos de Japón y Ecuador es algo más que una coincidencia?

En ambos casos la respuesta es negativa, es decir no hay conexión entre las desgracias. Es de esta manera que lo único que tienen en común ambos sucesos es que tuvieron lugar en abril y que causaron víctimas mortales. En ese sentido, Roger Musson, un sismólogo del British Geological Survey, explicó:

"Japón y Ecuador están tan separados uno del otro como es posible estarlo en este planeta. Y sus placas tectónicas son diferentes".

Efectivamente, aunque ambos países están situado sobre el 'Cinturón de Fuego del Pacífico', el terremoto de Ecuador fue resultado de la subducción de la placa de Nazca, ubicada debajo de la Sudamericana. 

Mientras que el sismo de Kyushu fue producido por una falla superficial ubicada sobre una placa diferente: la placa Euroasiática. 

Este hecho hizo que, desde el punto de vista sismológico, los dos terremotos fueran completamente diferentes. 

Es así que la cercanía temporal entre ambos fue completamente accidental. Es más, las estadística indican que la coincidencia no fue ni siquiera extraordinaria. 

Terremotos anuales

Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, los datos recopilados desde 1900 a la fecha muestran que en promedio hay 16 grandes terremotos al año. 

Esto quiere decir que necesariamente hay más de uno al mes, aunque el número de movimientos con magnitud 7,0 puede variar significativamente. 

Eso significa necesariamente más de uno al mes, aunque el número de terremotos con magnitud 7,0 o más puede variar significativamente respecto al promedio. Es así que la probabilidad de que dos de ellos se produzcan el mismo día es del 30%.

Por ejemplo, en el 2013 se produjeron 19 sismos con un nivel de intesidad de 7,0 o superior. En ese sentido Musson explicó:

"Y en 2013 pasó dos veces que tuviéramos dos terremotos de gran magnitud con sólo un día de diferencia en dos lugares muy distantes. Parece raro, pero si uno va a una fiesta y hay otras 22 personas en el lugar, la probabilidad de encontrase a dos que compartan fecha de cumpleaños es 50%. Y la posibilidad de que dos terremotos grandes se produzcan en el mismo día es 30%".

Sin embargo, como aconseja el USGS, la manera en la que circula la información puede hacer que muchas personas saquen conclusiones equivocadas:

"El Centro Nacional de Información sobre Terremotos localiza aproximadamente 20.000 terremotos al año, aproximadamente 55 diarios. Y como resultado de las mejoras en comunicación y el mayor interés en desastres naturales, el público ahora se entera de los terremotos más rápido que nunca antes".

Asimismo advierte que el cambio de intensidad de los movimientos no asegura la venida inminente de otro:

"Un aumento o reducción temporal en la sismicidad es parte de la fluctuación natural de la frecuencia. Y ni un aumento ni una reducción a nivel global es una indicación tajante de que un gran terremoto es inminente".

Por su parte, Musson explica que el terremoto de Tonga, por ejemplo, que hizo que muchos pensaran que algo extraño pudiera estar ocurriendo en el Cinturón de Fuego del Pacífico, fue, en realidad, un hecho bastante ordinario:

"No alcanzó siquiera los 6,0 de magnitud, es el tipo de movimiento que se registra una vez cada tres días. Las noticias sólo lo mencionaron por lo que estaba pasando (en Japón y Ecuador)".

¿Habrá otro terremoto?

Sin embargo, todos estos apuntes no aseguran que un terremoto no pueda ayudar a anticipar otros movimientos telúricos. 

Lo primero a tomar en cuenta son las réplicas, bastantes comunes luego de un evento sísmico de gran magnitud e indicadores de la liberación de energía de la falla activada. 

Según Musson, en algunas ocasiones esta energía liberada por los terremotos también puede ayudar a adelantar la ocurrencia de sismos en otras fallas cercanas:

"Pero sólo se puede 'desencadenar' algo que ya iba a ocurrir. Es decir que si hay una falla muy cargada a punto de activarse, puede que un terremoto cercano termine dándole el impulso final. Pero el segundo terremoto igual iba a producirse eventualmente".

Por lo demás, de lo que sí deben estar seguros los ecuatorianos es que el terremoto del sábado predice que otros grandes movimientos volverán a sacudir el área dentro de algunos años. Como explicó Musson, los últimos grandes sismos que se produjeron en la costa del país latinoamericano solo han ido 'transfiriendo el estrés a diferentes zonas de esa falla'. Es así que asegura que 'el estrés ahora hará el camino de regreso':

"En 1906 hubo un gran terremoto en Ecuador, que rompió unos 1.000 kilómetros de la falla que afecta la zona costera. Unos 40 años después se produjo otro, en la misma falla, pero sólo rompió el tercio sur. En 1958 hubo otro muy parecido, que afectó el tercio central. Y en 1979 hubo uno más que golpeó el tercio norte".

Es de esta manera que dio sentido al reciente sismo del sábado:

"Y el terremoto del sábado que es como una repetición del de 79, en la zona norte de la falla, por lo que puede que la secuencia ahora empiece a repetirse en dirección sur. Aunque eso es algo que va a necesitar décadas. No va a pasar de la noche a la mañana".

Sin embargo, la pregunta que aún no tiene respuesta, seguirá siendo: cuándo. 

(Con información de la BBC Mundo)

(Foto de cabecera: EFE)