Cuenta regresiva en Brasil. Luego de la aprobación del juicio político a Dilma Rousseff en la Cámara Baja, el proceso pasa al Senado, donde este miércoles ya deberá quedar conformada una comisión especial integrada por 21 legisladores, que realizará un informe sobre el caso.
La presidenta es acusada de ocultar la situación real financiera del país, lo que en palabras del abogado brasileño Miguel Reale Jr. –quien junto con los letrados Hélio Bicudo y Janaina Paschoa iniciaron el proceso de impeachment–, constituye un "crimen de responsabilidad".
Para ser aprobado, el informe de la comisión especial deberá lograr el voto de al menos 41 de los 81 legisladores (mayoría simple). La oposición asegura tener ya las adhesiones de 51 senadores.
De ser así, Dilma Rousseff quedaría apartada del cargo por un periodo de hasta 180 días, mientras es juzgada. La presidenta brasileña a su vez tendría 20 días para presentar su defensa.
El presidente del Senado, Renan Calheiros, anunció que no pensaba acelerar el rito del impeachment y que cumpliría los plazos previstos en el reglamento interno. Así, espera que la votación se lleve a cabo entre el 10 y 11 de mayo, según el diario brasileño O Globo.
Pero otros senadores tratarán de apartar lo antes posible del cargo a Rousseff, que ya tiene un pie fuera del Palacio de Planalto. De hecho, el nuevo presidente nacional del PMDB, el senador Romero Juca, consideró que los plazos de la votación serán definidos "por las circunstancias" y "la reacción del pueblo".
'La lucha está comenzando'
El jefe del oficialismo en la Cámara de Diputados, José Guimaraes, dijo que "la lucha" por el mandato de de Rousseff "solo está comenzando", luego del duro varapalo sufrido este domingo por el Gobierno.
La votación en la cámara de diputados se desbordó. (EFE)
"La presidenta está muy bien, muy optimista", declaró el diputado tras una reunión con Rousseff, un día después de que la Cámara baja decidiera remitir el proceso que puede llevar a su destitución al Senado, que definirá si será sometida a un juicio político.
Guimaraes intentó transmitir confianza en los próximos pasos del proceso, pero declinó comentar qué actitud tomará el Gobierno para enfrentar un escenario que tiene a Rousseff al borde de perder el cargo.
"Las estrategias no se divulgan. Estamos trabajando fuerte para revertir esta situación en el Senado", indicó el diputado, quien apuntó que la de este domingo fue "una derrota momentánea", que en parte atribuyó a "algunas traiciones, que son parte del juego".
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