El futuro de Dilma Rousseff se empieza a dilucidar. Este lunes la Comisión Especial convocada para decidir la viabilidad del juicio político con miras a la destitución de la mandataria aprobó el impeachment, considerando una presunta adulteración de cuentas públicas. Pero aquí no acaba el proceso pues aún faltan engorrosos pasos para concretar una eventual destitución de la presidenta de Brasil, que enfrenta masivas protestas populares que exigen su dimisión.

La Cámara de Diputados

Este domingo la Cámara de Diputados deberá decidir si apoya o no el juicio político contra Rousseff. Para que sea aprobado y avance hacia el Senado, deberán votar a favor dos tercios de los diputados, es decir 342 de 513. Si no se llega a esta cifra, el proceso se cierra. Es así que la presidenta necesita de un tercio de los votos (171) para bloquear la iniciativa. 

El Senado

Si la Cámara de Diputados aprueba el juicio político, la Cámara Alta será la que defina si la mandataria debe ser destituida. Es así que el Senado deberá crear una comisión especial que tendrá 10 días para emitir una resolución, la misma que será sometida a votación. Para aprobarla se necesitan 42 de 81 votos. De no lograr este respaldo, el proceso se archivará. Sin embargo, si el juicio político es validado, Rousseff será apartada de su cargo por 180 días y será reemplazada por su vicepresidente, Michel Temer del PMDB.

El Veredicto

Luego de los 180 días de plazo, tendrá lugar una sesión final en el Senado, bajo la dirección del presidente de la Corte Suprema. Para aprobar el retiro final de la mandataria se necesitan dos tercios del Senado, es decir 54 votos, sin importar el número de presentes. Si no se alcanza, la mandataria volvería de inmediato a sus funciones. Sin embargo, de prosperar el juicio, Rousseff sería reemplazada hasta el final del 2018 por Temer, contra quien la Corte Suprema también pidió el impeachment. 

(Con información de latercera.com)

(Foto de cabecera: EFE)