La reciente ola de suicidios entre estudiantes de secundaria y universitarios de Hong Kong, después de que se registraran cuatro sucesos en cinco días, que las autoridades locales educativas achacan a la presión escolar, están poniendo en cuestión el sistema educativo. 

Desde septiembre de 2015 se han registrado 22 suicidios entre jóvenes estudiantes, 12 de ellos entre alumnado de secundaria (el menor de ellos, de 11 años) y 10 universitarios.

La Universidad China de Hong Kong lanzó la primera alerta cuando dio a conocer el pasado fin de semana la puesta en marcha de medidas de emergencia para frenar estos sucesos, justo después de registrarse el sexto caso de suicidio en lo que va de año en el ámbito universitario.

Una estudiante de medicina de 20 años perdía el vida el 5 de marzo tras lanzarse al vacío desde un edificio al norte de la ciudad debido a la presión a la que se vio sometida durante los exámenes, según recogió la prensa local.

Además, este jueves se daba a conocer que cuatro alumnos de secundaria de edades entre los 11 y los 18 años se suicidaron en los últimos cinco días, el último de ellos el pasado miércoles, sucesos que las autoridades educativas también relacionaron con los problemas que genera la presión escolar.

Profesionales y diferentes sectores sociales critican la excesiva carga impuesta sobre los jóvenes, que proviene de un sistema educativo muy competitivo y estructurado, con un mecanismo muy rígido de exámenes que arranca en edades preescolares.

Los accesos a las guarderías de la ciudad están condicionados a que sus futuros estudiantes, que parten de los dos años de edad, pasen entrevistas y pruebas de selección que se extienden a lo largo de toda la vida educativa.

El pasado año, decenas de miles de padres firmaron una petición para frenar la carga de deberes a los que los menores de tercero de primaria (de entre seis y ocho años) se veían sometidos.

Cerca del 50 % de los estudiantes de secundaria de Hong Kong presentan algún signo de depresión, mientras que una cuarta parte del alumnado habría considerado la opción del suicidio.

Así lo reflejó un estudio llevado a cabo entre 10.000 jóvenes de la ciudad de 22 centros educativos entre octubre de 2014 y abril de 2015 por el Instituto de Educación de Hong Kong, una organización orientada a la educación del profesorado.

La encuesta reflejó la presión y preocupación de los jóvenes ante el futuro educativo al que se enfrentan una vez terminada la etapa de secundaria, cuyos expertos calificaron de seria preocupación.

"Esta sociedad reduce el éxito personal de sus ciudadanos a sectores profesionales muy concretos como el financiero o el de la medicina, ofreciendo a los estudiantes opciones muy limitadas sobre cómo triunfar", dijo a Efe Christian Chan, profesor de Psicología de la Universidad de Hong Kong, sobre las principales causas del estrés y la sensación de falta de oportunidades que sufren los jóvenes.

Para este especialista y académico, la sociedad hongkonesa debe someterse a un cambio estructural de sus valores, del que no solo son responsables los ámbitos académico o gubernamental, y de educar a sus ciudadanos de que el fracaso y los medios para hacerle frente es parte de los valores con los que deben contar.

Aumentar el apoyo psicológico, especialmente para los alumnos de secundaria y universitario, es una de las medidas urgentes adoptadas en las reuniones de emergencia entre profesorado, padres y el departamento de Educación del Gobierno local que mantiene estos días.

Una medida que los centros educativos exigen que debe ir acompañada de más personal de apoyo para hacer frente a las necesidades del alumnado. Por ejemplo, el sistema educativo solo tiene un psicólogo por cada seis escuelas primarias. (EFE)

(Foto de cabecera: pasamesachina.blogspot.com)

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