El derecho a la libertad de expresión y de culto no puede ser absoluto, pero las limitaciones que se impongan tienen que estar justificadas y sólo pueden ser en favor de las mismas, dijo hoy el relator de la ONU para la libertad de religión o credo, Heiner Bielefeldt. 

"Estamos escuchando a muchos países decir que las libertades no pueden ser absolutas, y es verdad, pero es una verdad peligrosa porque fácilmente puede convertirse en un pretexto para imponer todo tipo de restricciones", dijo el relator en rueda de prensa.

Bielefeldt explicó que existe la percepción de que ambas libertades son opuestas entre sí, pero que a su juicio es falsa, ya que ambos se tratan de "derechos a la libertad".

Aun así, explicó que existen casos en los que estas libertades pueden ser incompatibles con otros derechos.

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Concretamente, el relator expuso el ejemplo de unos padres Testigos de Jehová, que por creencia religiosa no aceptarían una transfusión de sangre vital para un hijo enfermo. En este caso, Bielefeldt destacó que prevalecería el derecho a la vida del menor sobre la libertad religiosa de sus progenitores

heiner bielefeldt/foto:efe

Un ejemplo opuesto, en el que las libertades religiosas de un individuo prevalecieron sobre otras externas, fue el de una trabajadora copta de una aerolínea, que por fe religiosa quería llevar una cruz visible en su trabajo. En este caso, la compañía alegó que la simbología religiosa no concordaba con la imagen de marca. 

Dicha trabajadora llevó su caso al Tribunal de Estrasburgo, que le dio la razón alegando que "el interés de la imagen corporativa no puede anteponerse a la libertad de sus trabajadores de manifestar sus creencias en su lugar de trabajo", explicó Bielefeldt.

Asimismo, el relator destacó que en la mayoría de los casos, las restricciones impuestas desde los países o las comunidades religiosas se excusan en las libertades para imponer control sobre las poblaciones.

Concretamente, se refirió a las leyes en contra de la blasfemia que en países como Arabia Saudí y Pakistán son extremadamente duras, y citó el caso del bloguero saudí Raif Badawi, condenado primero a muerte, y posteriormente a la flagelación, por esta causa.

En países europeos como Alemania, Dinamarca, Polonia, Grecia o Rusia también existen leyes que limitan las libertades en favor del sentimiento religioso. "En Europa estas leyes protegen las sensibilidades religiosas, pero están definidas vagamente", señaló.

Explicó que en general, todo este tipo de restricciones sólo protegen a las mayorías -a suníes en países musulmanes mayoritarios como Arabia Saudí, cristianos en Alemania y ortodoxos en Rusia-, y son las minorías las que sufren las persecuciones.

[Texto: EFE]

[Foto de portada: elheraldo.hn]

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