Hace más o menos una semana y media, Gonzalo Toledo (director de Arteria Producciones y de Durazno Sangrando) publicó una denuncia ciudadana en las redes sociales. En ella cuenta que en la madrugada del 25 de febrero tuvo un altercado con Paul Norman Gonzales Suchero -personal de seguridad del bar Uazka (más conocido como “Luz Roja”) ubicado en la calle Manuel Bonilla de Miraflores-  donde fue asfixiado, tirado al suelo de la calle mientras estaba inconsciente, y “rematado” con una patada en la cabeza mientras trataba de levantarse. El caso, luego del revuelo causado, fue cubierto con un reportaje por el programa ‘La Batería TV’. 

Como se muestra en el video, el bar ‘Luz Roja’ emitió un comunicado desde su cuenta de Facebook donde pide disculpas por lo ocurrido e informa que Gonzales Suchero fue separado de la empresa. El comunicado ha desaparecido de dicha cuenta así que presentamos una captura de pantalla del reportaje donde este es mostrado.

Pero la historia no terminó aquí. Toledo ha decidido, en todo su derecho, presentar una denuncia contra el agresor. Se dice en el reportaje que ya lleva una semana sin que nadie le dé una explicación. Ni de parte del local ni de parte de las autoridades. Desde esto ya han pasado varios días, y la situación no ha cambiado.

LaMula.pe conversó con él para actualizar el estado del caso y conocer un poco lo que tiene que pasar una persona para presentar una denuncia por agresión. En la tarde del día mismo de la agresión, Toledo fue al Instituo de Medicina Legal (IML), en La Victoria, para ser examinado por el médico legista pues sólo luego de este chequeo se permite a un agraviado hacer una declaración y presentar una denuncia. Y luego de esta primera declaración, invitar a un testigo a que de su versión, para finalmente citar al acusado a que haga lo mismo.

Toledo halló un problema en esta parte del proceso, pues cayó en cuenta que no hay ningún plazo fijo de tiempo para el traslado del examen del médico legista a un centro policial (en este caso la Comisaría de Miraflores). Para colmo de males, en ambas instituciones le contaron historias diferentes. En el IML le dijeron que ellos iban a enviar de inmediato el documento para allá. Nada grata fue su sorpresa cuando fue a la Comisaría y el examen no sólo no había llegado sino que le informaron que ellos eran los que tenían que recogerlo del IML. Cosa que no hacen seguido, sino cuando “les dicen que ya hay muchos en cola”.

Quedaron entonces en tener el documento para el lunes o el miércoles, fechas tentativas que ya fueron repetidas la semana pasada. Osea, al poco tiempo de ocurrida la agresión. Por esta razón, estas promesas no dan mucha confianza al demandante.

TOLEDO EN LA COMISARÍA DE MIRAFLORES LUEGO DE SER AGREDIDO POR PERSONAL DE SEGURIDAD DE "LUZ ROJA"

Se ven, entonces, diferentes vacíos de plazos legales para el cumplimiento de los pasos en la presentación de una denuncia. Esto abre la posibilidad a que el examen pueda llegar a la Comisaría en 3 días, o una semana, o hasta un mes. Lo cual puede enfriar la demanda y la toma de declaración, y hasta desalentar a un agraviado en seguir adelante con ella. Esperemos este no sea el caso.

Vale decir que este trámite es solamente el principio de un proceso penal por agresión. La denuncia ni siquiera ha llegado a la comisaría, mucho menos a manos de un juez, y ya aparecen vacíos burocráticos que garantizan un proceso largo y engorroso que nos lleva al punto de hacer que nos preguntemos en qué medida las fuerzas del orden pueden ser cómplices de impunidad en hechos como este al tener tener un aparato burocrático que funcione así.