A pesar de que George Pell es el ministro de Economía del Vaticano y un colaborador muy cercano del Papa Francisco, está acusado de encubrir un enorme caso de abusos sexuales en Australia.
Es así que hoy por la noche declarará por videoconferencia ante la Real Comisión sobre la Respuesta Institucional a los Abusos Sexuales contra Niño. Lo hará desde Roma, hasta donde se trasladará un grupo de diez víctimas.
La Real Comisión, que investiga los casos de pederastia en instituciones públicas, educativas y religiosas, citó a Pell en relación a varios casos de pederastia denunciados en la ciudad australiana de Ballarat, donde él mismo nació en 1941 y donde ejerció como sacerdote desde 1973 hasta 1983, antes de ser nombrado arzobispo de Melbourne (1996) y más tarde de Sidney (2001).
Cabe indicar que se trata de un hombre que tiene toda la confianza del Papa. Y es que el Pontífice lo nombró para que manejara las finanzas de la Santa Sede en el marco de la reforma de la curia romana. Entre otras cosas, fue el que organizó el encuentro del líder de la Iglesia Católica con la titular del FMI, Christine Lagarde, a principios de este año.
El reclamo de las víctimas
El grupo de víctimas se organizó luego de que el prelado australiano, que anteriormente declaró dos veces ante la comisión, alegara razones de salud para no viajar a Australia en esta oportunidad.
Es así que una campaña por Internet consiguió recaudar más de 200.000 dólares australianos para financiar el viaje de las víctimas.
Es importante tener en cuenta que todos ellos proceden de Ballarat, una ciudad en el estado de Victoria, donde al menos 14 religiosos fueron denunciados por 130 casos de abusos sexuales contra menores desde la década de los sesenta.
En medio de la polémica, los australianos dijeron que esperaban que su presencia en el Vaticano inste al cardenal a no eludir los hechos, mientras que otros temen que una estrategia excesivamente defensiva y legalista por parte de Pell aumente su dolor.
David Ridsdale, una de las víctimas, aseguró que cuando llamó a Pell en 1993 para decirle que su tío, un sacerdote, había abusado sexualmente de él, el ahora ministro y cardenal intentó silenciarlo:
"Hemos visto en la prensa acusaciones de que se trata de una caza de brujas contra el cardenal Pell y no lo es. Es una caza por la verdad".
Otros integrantes del grupo son Anthony Foster y su mujer, cuyas hijas sufrieron abusos por parte de sacerdotes pederastas.
Algunos de los niños que fueron víctimas de estos ataques se suicidaron de adultos o tienen problemas sociales por los traumas sufridos.
(Con información de infobae.com)
(Foto de cabecera: rt.com)