Además del referéndum del fin de semana pasado en Bolivia, este año destacan en América Latina las elecciones presidenciales de República Dominicana, Nicaragua y Perú. Y con ello vuelve el debate de si la región se va a la izquierda o a la derecha, más aún luego de lo ocurrido en Argentina y Venezuela.
¿La derecha volverá a la región? ¿La actual recesión económica hace mirar hacia la derecha? ¿Es el neoliberalismo sinónimo de derecha? En el artículo Latin America’s neoliberal bashing loses its lustre , el diario británico Financial Times reflexiona sobre el concepto de neoliberalismo en nuestra región.
"Neoliberal es un término cargado. Acuñado en la década de 1930 para describir un camino intermedio oscuro entre el liberalismo y el socialismo, ganó popularidad mundial en la década de 1980 para describir las políticas de libre mercado de Augusto Pinochet, el dictador chileno", dice John Paul Rathbone, autor de la nota y editor de la sección América Latina.
Desde entonces -continúa- "se ha degenerado a ser un término peyorativo para describir cualquier acción considerada reaccionaria, desagradable o cruel. Lo que puede incluir los programas del Fondo Monetario Internacional en América Latina, los neoconservadores de Washington, la austeridad española, o simplemente dar patadas a un perro".
El periodista toma como ejemplo lo ocurrido la semana pasada con el presidente de Argentina, Mauricio Macri, que diríamos es neoliberal, y con el partido de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que está en el lado opuesto ideológicamente.
Como se recuerda, la semana pasada el gobernante argentino trató de obtener una ventaja en la larga batalla de su país con los acreedores “buitre”, su última jugada en una serie de reformas supuestamente impopulares, incluyendo una devaluación y el alza de los precios de la energía, que le han dado niveles de aprobación sorprendentemente altos.
Por su parte, el partido gobernante de los Trabajadores de Brasil se reunió el miércoles pasado para discutir cómo rescatar a su país de la crisis económica sin “recurrir al neoliberalismo”. La referencia implicaba evitar reformas socialmente impopulares.
En América Latina -apunta Rathbone- atacar al neoliberalismo se ha convertido en una conveniencia política, un insulto instintivo. "En ningún sitio es más claro que en Venezuela, donde, la semana pasada, el partido socialista en el poder utilizó un bombardeo en medios sociales para recordar a los ciudadanos que el 16 de febrero se celebró el 27 aniversario de un programa de ajustes 'neoliberales' impopulares conocidos como el 'paquetazo'”.
El periodista se pregunta por qué la palabra tiene tanta resonancia, especialmente dado que un ajuste doloroso, o neoliberal, será probablemente un tema de América del Sur este año conforme el auge de los productos básicos se ralentiza, las economías se frenan y los déficits se amplían.
"Una de las razones radica en los dolorosos programas de ajuste de los años 1980 y 1990. Estos sentaron las bases para el auge económico de 2000. Sin embargo, su traumático costo social también dio forma al discurso político posterior, incluyendo el odio a la palabra neoliberal", reflexiona.
Los tiempos, sin embargo, han cambiado, asegura. "La derecha política es más consciente de las preocupaciones sociales", sentencia.
Y dispara contra Venezuela: "El neoliberalismo se ha convertido en un hombre de paja. Por el contrario, la verdadera guerra por el alma de América del Sur se encuentra en la lucha contra la corrupción y la impunidad legal. En Miami, los miembros de la burguesía exiliada de Venezuela parecen apenas ganarse la vida conduciendo los taxis Uber, mientras los privilegiados y enriquecidos miembros del gobierno pasean en limusinas".
¿Y en el Perú, cuál es el concepto de neoliberalismo?