El llamado oro negro pinta las jornadas económicas mundiales. Si China determina crecidas y caídas de muchos países, el petróleo puede también tambalear al gigante asiático, y si ello es posible no sorprende que otras naciones se vean perjudicadas por la caída del precio del crudo.

Hoy, 2 de febrero, nuevamente la cotización del petróleo (Texas cayó 4.24% y cerró en US$30.28, mientras que el Brent, perdió 3.91% y cerró en US$32.90) provocó pérdidas entre las grandes petroleras europeas y los consecuentes recortes de gastos y de inversiones en nuevos pozos y proyectos. Repsol y otras cinco compañías están en peligro de que sus calificaciones crediticias sean rebajadas. Por lo pronto, ya está en la mira de la agencia de riesgo Standard & Poor's.

En lo que va del año, los precios han caído alrededor del 19%, en un contexto protagonizado por la volatilidad en los mercados globales, sobreabastecimiento en Estados Unidos y las perspectivas de aumento de las exportaciones de Irán. 


¿A quién beneficia el bajo precio del petróleo?

No hay certeza. ¿Las economías avanzadas? Hay quienes consideran que el petróleo barato es una cosa buena para los consumidores y las empresas sensibles a los productos básicos. Pero también quienes destacan la respuesta positiva de la inversión relacionada con la energía y el posible contagio en el sistema financiero.

Un reciente informe del Bank of America Merrill Lynch advierte que una caída sostenida de los precios "retrasará US$3 billones al año desde los productores de petróleo hacia los consumidores globales, preparando el escenario para una de las mayores transferencias de riqueza en la historia de la humanidad". 

El documento indica que la caída en el precio del crudo tiene un impacto positivo en la demanda, y que ello podría acelerarse aún más si los precios no se recuperan: "... en un escenario de menor precio del petróleo, por ejemplo, si los precios estuvieran en un promedio de apenas US$40 en los próximos cinco años, que es cercano a la curva actual de precios futuros, la demanda crecería en 1,5 millones de barriles por día, lo cual es 0,3 por encima de nuestro caso base. Por último, a US$20 la demanda de petróleo crecería de manera explosiva en un 1,7 por año en promedio, 0,5 por encima del caso base, en nuestras estimaciones". 

Mientras tanto, en los mercados emergentes, dice el reporte habría un considerable potencial de crecimiento en términos de penetración y consumo de automóviles.

Por su parte, el Diario Financiero de Chile, considera que el actual auge petrolero ahoga a las economías de países en desarrollo que dependen de la exportación de esta materia prima para sostener sus presupuestos. Luego de que Azerbaiyán empezara este año la negociación de un potencial rescate con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la siguiente víctima: Nigeria, la mayor economía de África.

En efecto, este país ha acudido al Banco Mundial y al Banco Africano de Desarrollo para obtener un préstamo de urgencia por US$3,500 millones y así tapar el forado que le ha generado el bajo precio del petróleo. Sin embargo, ello incrementa el temor sobre las perspectivas para otros países exportadores. 

Todo indica que Azerbaiyán será el primero en recibir un rescate del FMI. ¿Quién seguirá? ¿Ecuador, Venezuela, Brasil? 


(Ilustración: thestar.com)