El Gobierno danés prolongó hoy veinte días los controles fronterizos provisionales con Alemania porque considera que todavía existe riesgo de que una gran cantidad de "inmigrantes ilegales" se dirijan hacia este país nórdico para solicitar asilo.
La decisión se tomó el mismo día en el que el Parlamento tiene previsto aprobar el polémico proyecto que permitirá confiscar dinero y objetos de valor a los refugiados para sufragar su manutención y que amplía de uno a tres años el plazo para poder acceder a la reagrupación familiar.
Los controles, que estarán vigentes al menos hasta el 3 de febrero, fueron introducidos el pasado día 4 por Copenhague en respuesta a la entrada en vigor horas antes de una ley sueca que obliga a las empresas transportistas que viajan por tierra y mar desde Dinamarca a aceptar solo a pasajeros con documentos de identidad.
Suecia mantiene los controles fronterizos que empezó a aplicar en noviembre y la presión sobre las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE) y la cifra de migrantes que quieren viajar hacia el norte sigue siendo "grande", señaló en un comunicado el Gobierno danés.
"No es algo que hagamos con alegría, los controles limitan la libre movilidad por la que hemos trabajado en Europa. Pero el gobierno debe reaccionar a una situación extraordinaria y hace lo que cree necesario para garantizar el orden público y la seguridad en Dinamarca", dijo la ministra de Integración, Inger Støjberg.
El Gobierno danés, que ha informado a la Comisión Europea y a los países vecinos, resaltó que la medida será supervisada de forma continua y que los controles aleatorios pueden intensificarse de ser necesario, pero aún no ha decidido si serán prolongados de nuevo, una posibilidad incluida en el reglamento de Schengen.
La introducción de controles en la frontera con Alemania provocó un aumento notable del número de solicitantes de asilo los primeros días, aunque las cifras se han ido reduciendo de forma progresiva.
El Gobierno liberal en minoría en Dinamarca había insinuado en las últimas semanas que podría restablecer los controles, una reclamación del ultranacionalista Partido Popular danés, su principal aliado y primera fuerza del bloque de centroderecha.
Ese partido, de corte xenófobo, reclamó hoy un control permanente, que incluya agentes de aduana y perros, y la posibilidad de rechazar a los refugiados en la frontera.
Además de Dinamarca y Suecia otros países como Alemania y Austria se han acogido a esta medida extraordinaria incluida en el reglamento de Schengen, que puede estar vigente hasta seis meses, apelando a la necesidad de frenar la oleada de refugiados.
[Texto: EFE]
[Foto de portada: annurtv.com]
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