En el primer día del año 1972, los peruanos despertaron con una noticia sorpresiva: el empresario pesquero Luis Banchero Rossi, de apenas 42 años, había sido asesinado en su casa de campo de Chaclacayo. El hecho conmocionó a la opinión pública de la época, y es un hecho que hasta el día de hoy, llama la atención.

Más de cuatro décadas después, Banchero Rossi aún despierta simpatía cuando es mencionado por gente que supera las seis décadas de existencia. 

Aunque en esa época no estaba de moda el discurso del emprendedurismo como lo está en el Perú del siglo XXI, su figura es la primera que se acerca a aquel hombre que sale de abajo, y que construye su fortuna con su propio esfuerzo, lo cual es visto como una virtud antes y ahora.

HIJO DE MIGRANTES

Banchero Rossi nació el 11 de octubre de 1929 en Tacna, donde sus ancestros genoveses se instalaron en dicha ciudad del sur peruano en los años 1870. Su padre había logrado hacerse de una hacienda, y veía en su hijo Luis a aquel que podría continuar administrando el negocio. Sin embargo, tras terminar el colegio en 1946, Luis prefirió irse a Trujillo a estudiar ingeniería química en la Universidad Nacional.

LUIS BANCHERO ROSSI.

En el norte, se dedicó a la venta de diversos productos, con lo cual logró un capital económico que le permite crear, en 1953, la empresa Productos y Forrajes, con la que se dedicó a los alimentos para ganado. En Trujillo conoce a Carlos Alberto Mannucci Finochetti (en honor a quien se fundó el club de fútbol en 1959), el hombre más rico de la región que poseía un negocio de automóviles.

Banchero se asoció a Mannucci y conformaron Importadora Trujillo S.A. Luego, viaja a Chimbote y funda una fábrica de lubricantes, y en octubre de 1955 funda la fábrica de conservas Florida. Tras vender Productos y Forrajes en junio de 1956, consolida a Florida como la segunda conservera de Chimbote.

EL DESPEGUE

Banchero consolidó su negocio al comprar el 50% de las acciones de la compañía Humboldt Internacional, con sede en la ciudad alemana de Hamburgo, que tenía el monopolio europeo de la harina de pescado y era uno de los principales puertos del mundo. Banchero ya era, poco antes de los 30 años, uno de los hombres más ricos del Perú.

En la década de 1960, el Perú se asoma como uno de los líderes mundiales en producción pesquera. Ante eso, Banchero funda el Consorcio Pesquero del Perú, que aglutinaba el 93% de la producción nacional. 

INCURSIÓN EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Consolidado su "imperio" pesquero, Banchero, en su calidad de "nuevo rico" debe bregar ante el poder de los terratenientes y latifundistas, que ya contaban con influencia en los medios de comunicación y en los espacios del poder. Un ejemplo es el de Pedro Beltrán, director del diario La Prensa, que como hoy hacen algunos medios con la minería, en esa época defendía el latifundio.

Ante decisiones como la de la Junta Militar de 1962, encabezada por el general Nicolás Lindley, de disponer nuevos impuestos a las utilidades de la industria pesquera, Banchero decide incursionar en los medios de comunicación. Ese mismo año funda el diario Sur en Tacna, que de inmediato será denominado Correo

banchero y la única de sus creaciones que perdura.

Luego, crea ediciones en Piura y Huancayo; y al año siguiente las de Arequipa y Lima, cuyo primer director fue Raúl Villarán. Esa cadena se constituyó en la Empresa Periodística Nacional (EPENSA), con la que pensaba en generar una corriente de opinión pública favorable a la actividad pesquera. Para acercarse a los sectores populares, el 14 de mayo de 1968 crea el diario Ojo.

la primera portada de "ojo", en marzo de 1968.

Banchero Rossi también se acercó al fútbol y apoyó económicamente al Defensor Lima, el cuadro de Breña que desde 1961 militaba en la Primera División del fútbol peruano, convirtiéndose en su presidente en 1970.

MUERTE Y FIN DEL "IMPERIO"

En poco menos de 15 años, Banchero se había convertido en el personaje más poderoso del país. Tanto, que muchos pensaban que podría convertirse en Presidente de la República. En 1968 fue elegido presidente de la Sociedad Nacional de Pesquería, poco antes de que se instale el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, encabezado por Juan Velasco Alvarado.

Cuando Banchero estaba en la cúspide de los negocios y de la popularidad, llegando a ser miembro del directorio del Banco de Crédito del Perú (BCP), la muerte lo sorprendió el 1 de enero de 1972. 

foto: blog casos policiales 2014.

El multimillonario empresario había acudido a su casa de campo en Chaclacayo, a recibir el año nuevo junto a su secretaria y presunta amante, María Eugenia Sessarego. Banchero fue hallado sin vida, acuchillado y golpeado. El hijo de su jardinero, Juan Vilca, confesó que lo había asesinado, lo cual era inverosímil: Medía apenas 1.50 frente al 1.80 de Banchero, quien además practicaba artes marciales.

Vilca fue condenado a prisión junto a Sessarego, quien fue imputada como cómplice del asesinato. En 1977 esta fue indultada, y se retiró de la vida pública. 

maría eugenia sessarego en portada de "caretas".

El imperio de Banchero también se esfumó con su muerte. El gobierno de Velasco estatizó sus empresas en 1973, arrastrando con eso al Defensor Lima, que salió campeón del fútbol peruano ese mismo año; pero sin el apoyo del que gozó antes, terminó descendiendo en 1978. EPENSA también fue absorbida por el Estado en 1974.

El asesinato de Banchero sirvió de inspiración a la literatura y cine peruanos. El periodista y escritor Guillermo Thorndike escribió "El caso Banchero", publicado en 1973; mientras que su coterráneo, el cineasta Francisco Lombardi, dirigió la película "Muerte de un magnate" en 1980.

¿ASESINADO A MANOS DE UN NAZI?

Muchos creen que el régimen de Velasco estuvo detrás de su muerte, pero esta hipótesis ha quedado descartada. En el año 2010, el historiador Nelson Manrique publicó dos artículos en el diario La República, denominados "¿Quién mató a Luis Banchero Rossi?" en los que vincula este crimen con la huida de un criminal de guerra nazi prófugo.

Según Manrique, Klaus Barbie, oficial de la Gestapo, estaba huyendo de la justicia francesa hacia Bolivia y pasó antes por el Perú, estableciéndose en Chaclacayo de manera temporal, identificándose con el nombre falso de Klaus Altmann. 

klaus barbie.

El ciudadano alemán Herbert John, colaborador de Banchero, dio cuenta de su presencia. Ambos enviaron, a fines de 1971, una carta al cazador de nazis Serge Klarsfeld, informando que vieron a Barbie en Lima. Poco después, Banchero fue asesinado.

En el mismo artículo, Manrique señala que en 1983, Barbie fue detenido en Bolivia, y que el viceministro Gustavo Sánchez Salazar, quien lo entregó a la justicia francesa, afirmó que los documentos incautados al nazi mostraban su participación en el crimen de Banchero.

Según Manrique, Banchero habría firmado la carta junto a Herbert John (la misma que sería su condena de muerte) porque estaría siendo extorsionado por una red nazi. "pudo haber creído que denunciando a Altmann/Barbie podría obligarlo a abandonar el país, sin medir la peligrosidad del personaje".

Esta versión sería la más verosímil, aunque difícil de comprobar habiendo pasado tanto tiempo. Ese secreto es lo único que Luis Banchero Rossi, el empresario exitoso, el dirigente deportivo, el primer "concentrador" de medios de comunicación, e inédito presidente de la República, se llevó a la tumba.

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