En el Perú, sigue dando la impresión de que la cultura es la última -o penúltima- rueda del coche de la gestión pública. Para justificar esa impresión, basta con saber que el Ministerio de Cultura tiene el quinto presupuesto más bajo entre los 18 ministerios del gabinete peruano y que la Gerencia de Cultura de la Municipalidad de Lima recién se creó en 2013. Sin embargo, es cierto que las iniciativas culturales tanto públicas como privadas se están volviendo cada vez más grandes y exitosas, especialmente en Lima, y ese es uno de los aspectos que resaltan en este, nuestro balance del año 2015 en el ámbito cultural peruano.

A pesar de marcadas contrariedades, como la discontinuidad de las políticas culturales de la Municipalidad de Lima y la falta de habilidad y apertura al diálogo del Ministerio de Cultura, el 2015 deja un sabor moderadamente optimista en cuanto a la gestión cultural en el Perú: la prórroga de la Ley del Libro, el éxito y continuidad del Hay Festival y la inauguración del Lugar de la Memoria son los tres acontecimientos que hemos escogido como representativos de ese optimismo. Ojalá que en el futuro la balanza se incline mucho más hacia este lado.

Castañeda y los murales

Uno de los primeros acontecimientos culturales del año fue uno más bien anti-culltural: el nuevo alcalde de Lima, Luis Castañeda, decidió cubrir un conjunto de murales artísticos del centro de Lima con pintura amarilla. Los murales, creados y realizados durante un festival organizado por la gestión de Susana Villarán, eran obras de arte de muralistas de varios países latinoamericanos, y ahora solo se pueden ver en fotografías (o en este recorrido virtual de Google).

Quizá lo peor y más revelador de este acontecimiento fue la reacción de la ministra de Cultura Diana Álvarez Calderón, que por toda respuesta dijo que "los graffitis nacen para no perdurar...No es la Capilla Sixtina", demostrando así en qué manos está la cultura en nuestro país. Además, el borrado de los murales es solo uno de los aspectos en los que la gestión de Castañeda ha decidido eliminar por completo el trabajo, esfuerzo e inversión realizados por la gestión anterior en el ámbito cultural. Lee más aquí, aquí y aquí.

La prórroga de la Ley del Libro

Después de cerca de un año de incertidumbre y presión por parte de la Cámara Peruana del Libro y sus allegados, el gobierno central aprobó en agosto de este año la prórroga de los beneficios tributarios de los que goza la industria editorial peruana. La llamada Ley de Democratización del Libro y del Fomento de la Lectura exonera del IGV y otros impuestos obligatorios a todas las empresas editoriales, así como las que importan y venden libros.

El Ministerio de Cultura calcula que, entre la aprobación de la Ley del Libro en 2003 y 2013, se cuadruplicó la producción de libros peruanos: se pasó de 1,500 a 6,000 títulos publicados al año. Así, la prórroga de la Ley del Libro contribuye al crecimiento no solo de un acceso más democrático a la lectura sino también de la industria editorial peruana. Lee aquí la noticia.

El rechazo a la administración privada del patrimonio arqueológico

En septiembre de este año, el Poder Ejecutivo publicó un decreto legislativo que modificaba un numeral de la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación. El numeral modificado era el que indicaba que el Estado era la única entidad autorizada para administrar el patrimonio cultural inmueble prehispánico -es decir, los restos arqueológicos-, y el cambio consistía en permitir la creación de ‘convenios de gestión cultural’ con entidades privadas que quisieran administrar este tipo de patrimonios.

Exactamente un mes después, tras un paro regional de 48 horas en Cusco, el Congreso de la República decidió derogar el Decreto Legislativo 1198. Con el apoyo del gobernador regional y el alcalde del Cusco, salieron a protestar unas 20 mil personas contra lo que consideraban una venta del patrimonio, y el Congreso consideró pertinente derogar una ley que no se había reglamentado y que no vendía ni privatizaba nada.

El fracaso de esta ley, que tenía el potencial de generar una mejor administración de los restos arqueológicos peruanos, es otro indicador del tipo de gestión ejercida por la ministra Álvarez Calderón: por un lado, el decreto afirmaba que la nueva fórmula se aplicaría sin necesidad de un mayor presupuesto para el ministerio, lo que indica que más que un interés por mejorar la administración de los sitios se trataba de un intento por disminuir la inversión en el patrimonio. Por otro, la completa falta de comunicación y diálogo con los implicados demuestra la incapacidad de la ministra para hacer política. Lee aquí la noticia y análisis.

El éxito del Hay Festival

Este año se realizó en Arequipa la primera edición peruana del Hay Festival, un evento organizado por primera vez en la ciudad de Hay-on-Wye, al este de Gales, en 1988 y que a estas alturas tiene ediciones en seis ciudades distintas. La edición arequipeña reunió a 82 invitados, entre extranjeros y nacionales, contó con el apoyo de 57 voluntarios y la cobertura de 132 periodistas acreditados, además de presentar cuatro películas, un concierto, cuatro fiestas, una premiación y un taller de edición.

El rotundo éxito, tanto con el público como con los invitados, ha asegurado la continuidad del Hay Festival Arequipa en el futuro. Se marca así un hito no solo en cuanto a la calidad de los eventos culturales en el Perú sino además respecto a la descentralización de este tipo de actividades, sumándose a los festivales y ferias -de cine y del libro- ya consolidadas en la capital. Lee aquí la noticia.

La apertura del Lugar de la Memoria

Tras un trabajo curatorial de más de dos años, realizado bajo la dirección de Jorge Villacorta, el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social abrió las puertas de su exposición permanente en diciembre de 2015. La propuesta actual tiene como ejes centrales los conceptos de Ciudadanía, Educación y Democracia. Definir esas prioridades requirió más de ochenta reuniones, y el resultado es una muestra compleja con lecturas cruzadas de cada tema. Como ejemplos de ello están el pasadizo dedicado a la precariedad y los retos de la educación que acompaña toda la muestra del primer nivel o el caso de la matanza de los periodistas en Uchuraccay que se amplía hasta la consolidación de la comunidad como distrito en el 2014.

“Buena parte del tiempo los peruanos derivamos nuestra felicidad de la promesa del futuro, pero también es crucial reconocer que en el presente hay pendientes que tienen que ver con un número enorme de peruanos que han sufrido mucho y tienen que ser reconocidos en la vida nacional”, ensaya Villacorta en entrevista con LaMula.pe. “El LUM tiene todo el potencial de ser un foco donde surja un pensamiento diferente”.

El año termina, así, con una nota ambivalente en la cultura: por un lado, se abren nuevas puertas para un mayor reconocimiento e integración de nuestro pasado a la conciencia del presente; por otro, la misma apertura de esas puertas nos muestra un largo camino por recorrer en términos de reparación y acortamiento de las brechas que nos separan como país. Lee más aquí y aquí.


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