El Universo Cinemático de Marvel parece haber ganado la confianza suficiente con sus películas para todos los públicos, y ahora está haciendo un experimento que podría –o no– ser uno de sus primeros errores. Aunque el nuevo personaje de Ryan Reynolds parece divertido en los avances que hemos visto hasta ahora, es difícil imaginar que será soportable durante dos horas enteras. Lo sabremos recién el 12 de febrero, pero por lo pronto el equipo de Deadpool se está encargando de hacernos saber que su película se dirige a un público bastante específico: jóvenes, en su mayoría hombres, sedientos de sangre y bromas sexuales políticamente incorrectas –y solteros, porque Deadpool no parece una muy buena película para el fin de semana de San Valentín–.
El mismo Ryan Reynolds, por ejemplo, la plantea así:
“¡En ninguna de las películas a las que voy muere nadie!”, le dijo a la página Collider. “Quiero decir, a todo el mundo le disparan, es como un episodio de The A-Team en el que todo el mundo dispara al piso. Ahora que tenemos la oportunidad de hacer esto de una manera que sigue la escritura que Deadpool dejó, que rompe la cuarta pared con esa especie de sensibilidad y humor mercenarios, también tenemos la oportunidad, que es muy rara en este mundo, de hacer algo que no es necesariamente solo para niños. Hay algunas cosas muy aceleradas, híper violentas, que suceden en esta película y ha sido muy divertido filmarla.”
Por ahora, en todo caso, tenemos tres nuevos minutos de sangre, insultos y poquísima clase –aunque con algunos X-Men–:
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