Pese a la oposición de comuneros, ejecutaron la interdicción. Policías de inteligencia y representantes de la Fiscalía de Medio Ambiente llegaron al distrito de Carhuayo de la provincia cusqueña de Quispicanchi para destruir más de 120 campamentos y herramientas usadas para la minería ilegal.
El operativo se realizó en la zona de las comunidades de Parcocalla y Umana. Las autoridades hicieron dos intentos frustrados de ejecutar las interdicciones, pero encontraron resistencia de los comuneros, quienes se atrincheraron con niños y mujeres.
Finalmente, 700 agentes policiales llegaron a la zona y destruyeron los campamentos mineros, además de 3 retroexcavadoras, 30 molinos de extracción, 14 socavones, 25 compresoras, 25 tanques de aire, 2,000 metros de mangueras, 6,000 cartuchos de dinamita, 200 rollos de mecha lenta, 40 cajas de fulminantes, en cada una había 100 unidades, entre otras.
Las autoridades señalan que, en medio del operativo, algunos mineros ilegales arrojaron dinamita a las autoridades, sin provocar heridos.
Karina Garay Tapia, fiscal adjunta de la Fiscalía de Medio Ambiente dijo a la Agencia Andina que el operativo se inició a las 10:00 horas de hoy 23 de diciembre y que se hizo de acuerdo al Decreto Legislativo 1100.
Señaló también que al menos siete personas identificadas serán denunciadas por el delito de minería ilegal agravada en tanto se intenta identificar a los ciudadanos puneños que realizaban la extracción del material en complicidad de algunos comuneros.
El comandante Raúl Ayvar, jefe de la División Policial de Medio Ambiente, dijo que en la zona se harán otras interdicciones, pero por lo pronto se monitorea el lugar.
(JLPA / Con información de la Agencia Andina / Foto de portada: SPDA)