Al descubierto uno de los mitos preferidos del nazismo sobre su líder. Un informe médico del dictador Adolf Hitler, que data de 1923, confirmó una de las leyendas sobre su persona: el mayor genocida de la historia padecía criptorquidia, que es cuando solo un testículo desciende del escroto.

Así lo revela el libro "Hitler como prisionero en Landsberg am Lech, 1923/24", que acaba de publicar en Alemania el historiador Peter Fleischmann. Esta publicación incluye el acta firmada por el doctor Josef Brinsteiner en la prisión de Baviera, donde Hitler fue recluido tras el fallido golpe de estado que protagonizó en Múnich en 1923. 

El médico consigna en un informe firmado el 12 de noviembre, luego de una revisión médica al "preso número 45", que Hitler estaba en buen estado de salud y que padecía "criptorquidia del lado derecho".

A propósito del libro, varios medios alemanes recuerdan que los soldados británicos no estaban lejos de la verdad cuando que, en la Segunda Guerra Mundial, cantaban "Hitler has only got one ball" ("Hitler sólo tiene un huevo") con la música de la popular "Marcha del coronel Bogey".

Sin embargo, el documento médico rebate la parte de la leyenda que indicaba que Hitler podía haber perdido un testículo al ser herido por una granada en el frente durante la Primera Guerra Mundial.

El acta médica permaneció durante décadas oculta y salió a la luz en 2010, cuando una casa de subastas puso a la venta unos 500 documentos vinculados a la estancia de Hitler en la prisión de Landsberg y que fueron finalmente incautados por las autoridades.

Pleischmann, director de los archivos estatales de Nüremberg, los analizó durante años y recoge ahora en su libro detalles del periodo que Hitler pasó entre rejas, donde, según destaca el diario Süddeutsche Zeitung, pudo disfrutar de bastantes lujos en buena parte gracias a las simpatías del director de la prisión.