En medio del creciente miedo de la ciudadanía por los atentados terroristas recientes como los ataques perpetrados en París y la matanza de San Bernardino, California, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama dio un discurso televisivo con el objetivo de 'dar un paso atrás y brindar un contexto' adecuado a los 'miedos reales' de todos los estadounidenses. 

Es así que desde el Despacho Oval, espacio de la Casa Blanca únicamente usado en dos oportunidades, el presidente se dirigió al país, con toda la seriedad que amerita la amenaza terrorista. 

La estrategia contra el Estado Islámico

Obama afirmó que la actual estrategia de su gobierno para hacerle frente a los yihadistas es la más adecuada para destruir al Estado Islámico, pero admitió que tras la matanza de San Bernardino, es vital tomar medidas nuevas que dificulten otro ataque de ese tipo en el país sin tener que esparcir el miedo por toda la sociedad. 

Es de esta manera que el presidente buscó tranquilizar a su país después de que dos seguidores yihadistas, que no mantenían ningún vínculo con las organizaciones terroristas ni tampoco estaban siendo investigados por la justicia, mataran a 14 personas en un centro de discapacitados en las afueras de Los Ángeles. El ataque fue considerado el peor en el país después del atentado del 11 de septiembre del 2001.

Este terrible hecho obliga a Obama a explicar públicamente su estrategia contra el Estado Islámico después de más de un año de iniciarse los bombardeos contra el grupo extremista en Irak y Siria. Además, con este pronunciamiento también le hace frente a las duras críticas que afirman que carece de estrategia y actúa por la inmediatez de los acontecimientos.

Es así que afirmó que la 'amenaza terrorista ha evolucionado hacia una nueva fase' y que el mayor desafío lo constituyen ahora los potenciales terroristas escondidos entre la población. Agregó que ellos pueden actuar individualmente y sin coordinación con las organizaciones extremistas pero claramente inspirados en ellas:

“Sé que tras tanta guerra, muchos estadounidenses se preguntan si nos enfrentamos a un cáncer que no tiene cura inmediata. La amenaza del terrorismo es real pero la superaremos. Prevaleceremos siendo fuertes e inteligentes, resistentes e implacables”.

Y aunque no anunció ningún gran cambio, sí dijo que habrá variaciones puntuales desde la perspectiva de los yihadistas asentados en los Estados Unidos. Es así que afirmó que endurecerá los controles a los ciudadanos de países aliados que puedan viajar sin visa y limitar las comunicaciones entre los yihadistas mediante internet.

Por otro lado, y en cuanto a la polémica sobre la tenencia de armas, exhortó al Congreso a limitar la venta de rifles, tal y como lo ha solicitado año tras año después de cada tiroteo masivo.'Tenemos que hacerles más difícil matar', dijo Obama. Y es que Syed Farook y su esposa Tashfeen Malik, autores de la matanza de San Bernardino, tenía armas adquiridas legalmente en su totalidad. 

Sin embargo, su discurso también estuvo marcado por los límites. Y es que reprochó a los candidatos republicanos que estigmatizaran a toda la comunidad musulmana, puesto que, según él esto va en contra de todos los valores estadounidenses, ya que 'la libertad es más poderosa que el miedo'

Además también hizo referencia a las guerras contra el terrorismo en Afganistán e Irak, enfrentamientos que prometió terminar una vez que accediera al poder en la Casa Blanca en el 2009. 

Respecto a ello, dijo que un despliegue masivo de tropas sobre tierra, tal como sucedió durante la década del 2000 en Irak, sería desfavorable puesto que aumentaría la radicalización y la insurgencia del Estado Islámico:

“La estrategia que estamos usando ahora -bombardeos, fuerzas especiales y trabajando con fuerzas locales que están luchando para recuperar control de su propio país- es cómo lograremos una victoria más sostenible”.

La decisión de Obama

El presidente parece haber dejado de lado el desarrollo de su legado en cuento a la reforma sanitaria, carcelaria, sobre la inmigración y sobre el control de armas, para dedicar todos sus esfuerzos a hacerle frente al terrorismo hasta que se termine su mandato dentro de poco más de un año. 

Y es que la amenaza no es externa en esta oportunidad, sino que los atacantes, que parecen estar armados hasta los dientes, pueden irrumpir en cualquier momento, ya sea en una fiesta del trabajo por el cierre del año, en un medio de transporte público o en un centro de esparcimiento.

Al respecto, Jeh Johnson, el secretario de Seguridad Nacional, afirmó:

“Estamos en una fase completamente nueva de la amenaza del terrorismo global y en lo que se debe hacer para defender la seguridad de la patria”.

Y el hecho de que Estados Unidos sea un país donde un arma, casi de cualquier tipo, pueda adquirirse con mucha facilidad, ata de manos a las autoridades y las obliga a confiar en las personas que deben reportar cualquier acto sospechoso ante la policía. 

Cabe resaltar que según una organización de investigación de Washington llamada 'New America', desde el 11 de septiembre han habido 45 muertos dentro de los Estados Unidos por el terrorismo islamista. Por otro lado, la misma agrupación registra 48 personas asesinadas por actos de terror de supremacistas blancos o de extrema derecha.

(Foto de cabecera: Efe)

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