Uruguay es el país con el órgano electoral más confiable de la región. El 73% de los ciudadanos le tiene mucha o algo de confianza, según el reciente informe de Latinobarómetro: 'La confianza en América Latina 1995-2015. 20 años de opinión pública latinoamericana'

El ente encargado de organizar los comicios en Uruguay es la Corte Electoral. En Colombia, el segundo más confiable con 62%, es el Consejo Nacional Electoral. Compartiendo el tercer puesto, con 56%, están Costa Rica y Chile, donde la gestión está a cargo del Tribunal Supremo de Elecciones y del Servicio Electoral, respectivamente.

Luego vienen República Dominicana (Junta Central Electoral), con 55%; Panamá (Tribunal Electoral), con 51%; Perú (Jurado Nacional de Elecciones), con 46%; Paraguay (Tribunal Superior de Justicia Electoral), con 45%; y México (Instituto Nacional Electoral), con 43%. Comparten el décimo lugar, con 39%, Ecuador (Consejo Nacional Electoral) y Argentina (Dirección Nacional Electoral), uno de los únicos países en los que el ente organizador depende directamente del Poder Ejecutivo.

¿Cuáles son los menos creíbles para los encuestados? Honduras (Tribunal Supremo Electoral), con 22%; El Salvador (Tribunal Supremo Electoral), con 28%; y Venezuela (Consejo Nacional Electoral), con 31%.

El promedio de América Latina es bajo, sólo el  44% tiene confianza. El dato es preocupante porque la transparencia del voto y el acuerdo de toda la comunidad en que no haya trampa es el grado cero de la democracia. Si menos de la mitad de la población cree en quienes se ocupan de contar los sufragios, difícilmente puedan confiar en las autoridades que emanan de él, sus representantes.

Si se analiza la encuesta de Latinobarómetro según la edad y el nivel educativo de los consultados, surgen algunas diferencias. Por ejemplo, a nivel regional, tienen más confianza los mayores de 61 años: 47%. Los que tienen entre 26 y 60 son los que menos tienen, 43%. Y en un nivel intermedio están los más jóvenes, que suman 45%. 

Al considerar el grado de instrucción, las divergencias son más grandes. Los más reacios a creer son los que no pasaron de la escuela primaria, con 41%. En el medio están los que llegaron hasta la secundaria, con 45%. Y los que más confían son los universitarios, con 49%.


(Con información de Infobae. Foto: Andina)