La cumbre de los países miembros del G-20 finalizó ayer. Además de la crisis internacional y la violencia terrorista, otro tema que analizaron fue el del cambio climático y la COP21. A dos semanas del evento climático más importante, se comprometieron a lograr un acuerdo que limite el calentamiento global a 2°C, a pesar de que reconocen que no será sencillo ante la complejidad del tema.
Pero, claro, esto es la declaración conjunta. Sin embargo, observadores que estuvieron presentes en la cumbre no escondieron su incertidumbre. "En un momento dado, tuvimos la sensación de que no vivíamos en el mismo planeta", durante las conversaciones que se prolongaron 20 horas entre los representantes del G20, dijo un negociador europeo.
"No hay ningún liderazgo. En París todo dependerá de un milagro en el último minuto", indicó John Kirton, codirector del Grupo de Investigación del G20 de la Universidad de Toronto.
En la declaración del G20, "no hay nada nuevo" y el financiamiento para los países en desarrollo para ayudarles a adoptar energías limpias sigue en el aire mientras los países en desarrollo esperan que los ricos concreten su promesa realizada en el 2009 de movilizar US$100,000 millones anuales, destinados a financiar la transición de energías fósiles a renovables y a hacer frente a catástrofes climáticas como sequías, inundaciones o la subida del nivel del mar.
"Es difícil imaginar un acuerdo con valor legal sin poner sobre la mesa la financiación del cambio climático", dice Tristram Sainsbury, analista del Lowy Institute de Sidney, por lo que los países reunidos bajo los auspicios de la ONU en París deberán consensuar los objetivos a largo plazo o el reparto del esfuerzo entre países industrializados, emergentes y pobres.
Como vemos, llegar a un acuerdo, y sobre todo vinculante, no será fácil, a pesar del optimismo de los organizadores. De hecho, ya la semana pasada el ministro francés de Exteriores y desde el 30 de noviembre presidente de la COP21, Laurent Fabius, ya advirtió que todavía queda un trabajo "considerable" por hacer.
En esa misma línea, la semana pasada también, la ONU alertó que los compromisos presentados por 146 países están "lejos de ser suficientes" para evitar los efectos del cambio climático, por lo que augura difíciles negociaciones en París.
En simultáneo, un nuevo informe del Banco Mundial afirma que la inacción en materia de lucha contra el cambio climático podría sumir en la pobreza extrema a 100 millones de personas en los próximos 15 años.
El 12 de diciembre sabremos quiénes acertaron: los optimistas o los incrédulos.