Después de estudiar arte en México, diseño de modas en Italia y fundar No Name Magazine y No Name Studios (NNM) -un centro de experimentación artística vinculado a la moda y el internet- Johann Velit es uno de los noventa comisarios que la bienal internacional de arte digital The Wrong ha convocado en todo el mundo para que presenten un esbozo de la situación del arte digital en cada uno de sus países. META.VIBRATO, la propuesta peruana, es solo un esbozo, porque, confiesa, es muy difícil llegar a conocer todo -por más que sea poco- lo que se está haciendo en el país. De ahí que cada muestra que se lleva a cabo en cada país cuente también con una plataforma en línea a la que pueden sumarse más artistas y que permite ingresar a todos los pabellones que conforman The Wrong.
Tras once meses de investigación, Velit ha concluido que por ahora hay mayor producción de trabajos sonoros. En el caso de los visuales, el arte digital se esconde en los procesos de trabajos más análogos. “Tenemos grandes productores de musicales que están a un nivel internacional produciendo arte digital. En el caso de los trabajos más visuales se ve el uso de cosas análogas que se digitalizan para proyectos finales que no son necesariamente digitales”, explica Velit a poco de iniciar el montaje de la exposición META.VIBRATO, el hilo conductor, dice, que permite dar el mismo protagonismo a ambas ramas a través de su interés personal por las vibraciones.
- ¿A qué se debe que acá el arte digital sea más parte de un proceso y no un objetivo en el caso de los trabajos visuales?
Falta un acercamiento más profundo. También pasa que la comercialización del arte digital es mucho más difícil que la comercialización de una pieza plástica. Un coleccionista quiere tener algo físico en sus manos, un cuadro, una escultura. En ese sentido un gif o una página web es mucho más difícil. Los videos de Maya Watanabe, por ejemplo, los compran instituciones más que coleccionistas.
Muchos artistas también me dicen que no tienen nada de arte digital, pero ¿de dónde sacan sus referencias? ¿cuáles son sus procesos de investigación? ¿no se sienta 25 mil horas frente a la computadora antes? Hay definitivamente partes digitales en los procesos que de repente no son estéticas pero sí tienen una parte conceptual dentro de la pieza.
- Las pinturas y esculturas que menciones que tienen mayor comercialización tienen, en cierta medida, una finalidad más estética. ¿Cuál es la finalidad u objetivos en el arte digital?
- Es muy amplio porque abarcamos desde la música hasta la poesía. Es como la pintura donde hay paisajismo, retratos y demás variantes. Hay una propuesta estética en el arte digital pero que no necesariamente busca lo bello, sino también rupturas de conceptos, por ejemplo. Es muy difícil delimitarlo.
- Dices que muchos artistas no reconocen el arte digital que hay en sus trabajos y sin embargo tú encuentras que sí hay una relación. ¿Cómo delimitar lo que es arte digital y lo que no hoy en día que lo digital atraviesa todo?
- Es una pregunta muy difícil de responder. Justamente este pabellón también cuestiona el modo en el que delimitamos las cosas, lo que es natural, lo que es real y lo que no, lo que es una naturaleza digitalizada, lo que es una naturaleza digital La división ya no debería existir porque, claro, al final lo digital ya es algo que forma parte de nuestra vida constante. Para mí ya no hay un competencia entre ambas cosas, una cosa no le quita fuerza a la otra. Lo digital ya es algo natural. Antes había un mayor cuestionamiento sobre la naturaleza de los digital, pero hoy hay tal cantidad de producción que es muy difícil saber qué es arte digital y qué no.
- Valicha Evans plantea reflejar el absurdo de los discursos políticos, Humberto Polar dice criticar al racismo y las tiranías. De qué manera crees que el arte digital, y sonoro en este caso, puede aportar a estos temas?
Puede hacer que estos temas sean mucho más digeribles para el público, que tengan una absorción mucho más directa que estar leyendo, por ejemplo. En comparación a las frases que Valicha ha mandado en su texto, el formato en que me lo presenta lo hace mucho más digerible. La pieza de Polar es más abstracta porque escuchamos voces y una gran cantidad de sonidos. Mucho arte digital todavía necesita un texto para ser entendido. Está también la pieza de Patrck Tshudi donde se ven distintas personas fotografiándose en espacio turísticos acompañados de un sonido de una máquina contadora de billetes. Esa es bien política y conceptual y habla justamente de la banalización de los espacios y las forma con las cuales uno captura las cosas. Todos son selfies bajados de internet y dan cuenta que hay cierta emulación. Estos son modos mucho más simples de afrontar temáticas tan complejas como la política, el terrorismo, el racismo o los clichés que vivimos diariamente.
- ¿Hay una factor generacional importante para relacionarse con estos formatos?
- Definitivamente. No necesariamente tienes que separar a los millenial de los otros pero sí hay una diferenciación generacional a nivel estético y de dominio. La misma web de META.VIBRATO son quince líneas en las que un jóven sabrá moverse, pero probablemente mi viejo puede preguntarse dónde hacer click. Hay una diferencia pero ese no va a limitar a nadie.
- Katia de la Cruz juega con el sonido de los zapatos de tacos para tratar el tema de la madre y cómo se espera siempre que llegue a casa. Me hizo pensar en los virales de youtube en los que se manipula un sonido cotidiano específico para insertarlo en canciones conocidas, como el juego que se hace con la caída de una lampa y el inicio de Smells like teen de Nirvana. ¿Cuál dirías que es la relación entre ambos campos?
Creo que parten de un mismo punto. Uno puede ser dirigido a una obra y la otra tomar una secuencia de viral debido a una apreciación pública. El viralismo te dice que ha tenido una aceptación, pero si la pieza se vuelve viral no quiere decir que tenga un nivel distinto. Ahora, ¿cómo viralizar una pieza más artística? No lo sé. Definitivamente los virales están creando un público más cercano al arte digital. Estamos tocando un mismo lenguaje.
- Varios de los participantes también se dedican a la música, como Mario Maywa o Ale Hop. ¿Qué aporta a un músico la experimentación más abstracta?
La experimentación es parte del trabajo de esas personas. En el caso de Maywa está trabajando un proyecto que se llama Tronador y es una investigación personal sobre frecuencias, vibraciones y sobreposiciones de campos. Cuando les propuse este trabajo a los productores musicales todos decidieron hacer una pieza especial para el evento. No fue el caso de los que trabajan con video. Con ellos hemos ido a buscar material antiguo que pueda estar linkeado con el tema de la muestra. Con los productores musicales es como decirles que jueguen.
- Otro dato interesante es que muchos de los participantes vienen de especialidades más clásicas como la pintura. ¿Cuál es la situación del arte digital en las escuelas de arte en el país? ¿Es necesaria su inclusión o por naturaleza es ajena a los estudios formales?
- Hace poco estuve en Argentina con el jefe de una facultad de artes digitales. Eso no hay acá. Tenemos a la PUCP que tiene una visión extremamente clásica, Bellas Artes que… ¡por favor! y Corriente Alterna que es más conceptual y probablemente es la más cercana a apostar por el arte digital. Es necesario que aparezca en las universidades en el arte digital porque es como un nuevo lienzo, es un nuevo espacio que va a permitir sacar una gran cantidad de ideas. Si no tienes una facultad por lo menos debería ser parte del proceso de aprendizaje.
- Gabriel Acevedo confiesa en la presentación de sus videos que él mismo no entiende bien sus piezas. ¿Hay una manera de “entender bien” trabajos como los que se presentan en META.VIBRATO?
Es muy subjetivo. Lo que deseo es dar sensaciones a las personas que vengan, abrir el contexto del arte digital a un público nacional e involucrar a mayores artistas en estas prácticas. La culminación analógica del arte digital visual demuestra que no es tan complejo y los artistas sonoros, que son los mismos con los que vamos a fiestas, son la maravilla de los nuevos rituales urbanos. Después de eso ya solo queda la interpretación personal de cada uno.
Información:
¿Cuándo?: Hasta enero de 2016
¿Dónde?: NNM.Studio, Av. Arequipa 3750 San Isidro(Foto de portada: Oliver Lecca / LaMula.pe)