Los principales sindicatos del sector público y privado de Grecia, ADENY (que representa a funcionarios públicos) y GSEE (la alianza sindical más grande del sector privado griego), han convocado una huelga nacional y manifestaciones para hoy jueves para protestar por las políticas de austeridad del gobierno de Alexis Tsipras. Es la primera huelga nacional convocada por los sindicatos públicos y privados en un año, muchos vuelos han sido cancelados, los barcos han sido atracados en los puertos, los hospitales están trabajando con los servicios mínimos y las oficinas del gobierno permanecerán cerradas durante el día.
El GSEE afirma que la huelga "es la respuesta de la gente a la insistencia dogmática en la aplicación de políticas destructivas que han exprimido a los trabajadores y han llevado a los jóvenes a perder la esperanza", según informa el diario local 'To Vima'.
En días anteriores se llevaron a cabo huelgas aisladas y para la semana próxima se anuncia la protesta de agricultores contra las medidas acordadas por el gobierno de Atenas y los acreedores.
“El gobierno no solo ha tenido que tragarse las medidas de ahorro, sino que se ha convertido en un importante impulsor de esta política”, dice el politólogo Jorgos Tzogopulos, del think tank ateniense ELIAMEP, a la agencia alemana DW.
El descontento de los manifestantes no solamente será dirigida a los acreedores internacionales, sino en primer lugar al propio Tsipras. “Él prometió muchas cosas, y muchos fueron los que creyeron en su resistencia”, dice Tzogopulos. Este miércoles (11.11.2015), regresó a Grecia el equipo de contralores de la llamada troika, a fin de supervisar el avance de las reformas. Medios griegos aseguran que el gobierno de Tsipras pretende abordar esta misma semana aquellos puntos considerados conflictivos entre Grecia y sus acreedores, a fin de que sea liberado un nuevo tramo crediticio estimado en 2,000 millones de euros con destino a Atenas.
La versión del gobierno
Si bien lo mencionado líneas anteriores indica que la protesta es contra el gobierno, el partido en el poder, Syriza, afirma en un comunicado recogido por las agencias europeas que la huelga rechaza “la política neoliberal y la extorsión por parte de centros de poder político y financiero tanto en Grecia como en el exterior”.
Petty Perka, representante de Syriza y subsecretaria en el ministerio de Transporte, considera que si bien la huelga puede ser vista como medio de presión, también es apoyo al gobierno: “Cuando el pueblo sale a la calle y lucha por sus intereses, esto da al gobierno de Tsipras fuerza adicional para negociar. Puede invocar la voluntad del pueblo”, declaró a los medios griegos.
(Fotos: Greekreporter.com)