¿Bronca entre vecinos? El presidente de EEUU, Barack Obama, rechazó hoy la construcción del controversial oleoducto Keystone XL, un proyecto de la petrolera canadiense TransCanada muy criticado por organizaciones ambientalistas. De esta manera, el mandatario apoyó la decisión de su secretario de Estado, John Kerry, cuyo departamento estaba encargado de revisar el proyecto y concluyó que la construcción de ese oleoducto “no sirve al interés nacional” del país, y pasaría a ser archivado. 

De hecho, ya en febrero pasado Obama se había manifestado en contra del proyecto aprobado por el Congreso estadounidense e impulsado por la mayoría republicana. Agreguemos, además, que desde el 2008, cuando se hiciera la primera petición a la presidencia estadounidense para realizar obras de mantenimiento y construcción en la frontera con Canadá, los ambientalistas de ambos países ya empezaban a alzar su voz de protesta contra la instalación carburífera que iba a atravesar todo Estados Unidos hasta el Golfo de México.

El camino de los ambientalistas

Esta posición de Barack Obama, para la directora ejecutiva del Rainforest Action Network, Lindsey Allen, es  positiva. Sin embargo, para ella este no es el fin de una lucha a favor del cuidado del medio ambiente. "Esta es una oportunidad para crear un momentum y trabajar para detener otros proyectos como este".

A pesar de que el mandatario sostuvo hoy, en conferencia de prensa, que la decisión de archivar el proyecto de Keystone, no respondía exclusivamente a argumentos ambientalistas, para los activistas norteamericanos, según cuenta TIME, el actual presidente de los EUA, en realidad, de algún modo se ha apropiado del lenguaje de ellos. Ejemplo de ello fue cuando afirmó lo siguiente: "vamos a mantener cierto combustible fósil en el suelo en vez de quemarlo y liberar más polución peligrosa en el cielo", dijo Obama (compararlo con la campaña "keep it in the ground").

"En el futuro va a ser muy difícil para cualquier proyecto de combustibles fósiles avanzar sin oposición", dijo, por su parte, Benjamin Schreiber, director de Friends of the Earth. "Tenemos una nueva métrica: si un proyecto empeora el cambio climático, no deberíamos aprobarlo". 

Por último, para el director ejecutivo del Sierra Club, Michael Brune, esta decisión del ejecutivo estadounidese marca un importante precedente ad portas de la reunión a la que asistirán varios líderes de distintos países del mundo en París, para abordar los problemas climáticos más graves que enfrenta el planeta.

 "Tenemos una oportunidad de conseguir un acuerdo global para reducir drásticamente las emisiones", dijo Brune. "Esto demuestra que los EE.UU. es serio acerca de su compromiso".


Notas relacionadas:

Hillary Clinton expresa su oposición al polémico oleoducto Keystone XL

EEUU: Científicos aprobaron oleoducto que podría cambiar el clima del planeta