China sabe. Mejor dicho, su gobernante, Xi Jinping, sabe. El año pasado, semanas antes del inicio de la COP20, junto con el presidente de EEUU, Barack Obama, presentaron un plan conjunto para limitar las emisiones de gases efecto invernadero (GEI). Fue una noticia mundial y auspiciadora de cara a la cumbre climática que se llevó a cabo en Lima. Y hoy, a pocas semanas del inicio de la COP21, que tendrá lugar en París, nuevamente Jinping hace noticia.

Esta vez con el presidente de Francia, Francois Hollande. Ambos gobernantes presentaron en Pekín una declaración conjunta de 21 puntos en la que subrayan la meta de que el calentamiento global no sobrepase los 2°C (por cierto, hasta el momento los compromisos anunciados por los países parte de las Naciones Unidas no lograrían bajarlo de los 2.7°C).

La declaración chino-francesa establece que cualquier acuerdo que se alcance sea jurídicamente vinculante y que los compromisos nacionales de los países sean revisados o corregidos cada cinco años. Este documento supone que “hemos puesto las condiciones que nos permiten entrever el éxito”, afirmó Hollande.  

Pero valgan verdades, y aunque será el anfitrión, el francés reconoció que lograr un pacto en la cumbre sobre el clima sigue siendo muy difícil y que todavía podría producirse un fracaso. Sin embargo, y tomando en cuenta el suceso de lo anunciado el año pasado entre China y EEUU, han optado por incidir en la agenda climática con esta postura bilateral. "China y Francia quieren asegurar el éxito de la conferencia (COP21) y promover la gobernanza climática mundial”, subrayó Jinping.


Lee también:

Lo que debes saber sobre el acuerdo climático de EEUU y China


Todo lo que desees saber sobre el cambio climático lo encuentras en La Mula Verde