Por primera vez, desde el inicio de la guerra civil en Siria, Estados Unidos enviará un contigente permanente al país árabe para apoyar la lucha contra el Estado Islámico. 

Se trata de un grupo reducido de fuerzas especiales de 50 soldados de élites para asesorar a los rebeldes, pero si se dan buenos resultados se decidiría aumentar el apoyo. La tarea consiste en "entrenar, asesorar y asistir" a los "insurgentes moderados" para una ofensiva específica contra Raqqa, el ala de ISIS en Siria. 

El antecedente a esta estrategia es Irak, donde Estados Unidos cuenta con alrededor de 3500 militares que asesoran a las fuerzas locales, sin tener tareas de combate directo. La aclaración se hace respecto a la promesa de Obama de “no involucrar a tropas americanas de combate luchando en territorio extranjero”.

El gobierno de Obama defiende la idea de que no existe una solución militar a los problemas de Irak y Siria. Insisten, sí, en la salida de Bachar el Asad. 

La diferencia a Irak es que en Siria lo hará sin autorización del gobierno. 

Después de las nefastas campañas militares del régimen de Bush, Obama retiró a las tropas de Irak en 2011. El año pasado, empezó a enviar asesores militares. Hace dos semanas también se decidió aplazar la retirada de tropas de Afganistán.