No es un debate nuevo. Desde finales del XIX diversos científicos de la época, en base a sus investigaciones, sostenían que los hermanos mayores suelen ser más inteligentes. Y ahora un estudio de la Universidad de Leipzig que aparece en PNAS lo ratifica, pero además se abre otro debate: si el orden de nacimiento entre los hermanos y hermanas afecta a su personalidad.
La psicología sostiene desde hace ya un buen tiempo que el rol que cada hermano desempeña en la familia termina moldeando su personalidad. Ejemplo: los mayores son responsables, dominantes, ansiosos, iracundos; los menores son sociables, vulnerables, impulsivos.
El estudio de la Universidad de Leipzig no concluye que ser primogénito o benjamín determina el tipo de personalidad. El orden de nacimiento se nota únicamente en el intelecto, explica el psicólogo Stefan Schmukle, quien lideró la investigación:
"La principal noticia de nuestro estudio es que no encontramos efectos del orden de nacimiento en cualquiera de las dimensiones de la personalidad, más allá del dominio intelectual. Esto no solo contradice teorías psicológicas importantes, sino que también va en contra de la intuición de muchas personas".
De hecho, Schmukle explica que tanto los efectos genéticos ("naturaleza") como los ambientales ("crianza") son determinantes para el desarrollo de la personalidad.
"Varios psicólogos sugieren que la posición entre hermanos podría ser un importante determinante ambiental, pero nuestros resultados sugieren que influye menos de lo que se pensaba".
LA INVESTIGACIÓN
Para el estudio, Schmukle precisa que analizaron tres importantes bases de datos de tres países (Alemania, Reino Unido y EE UU) en las que se podían controlar variables como el tamaño de la familia, la edad, el origen y estatus socioeconómico.
Al cruzar toda la información, los científicos descubrieron una correlación: las personas registran 1,5 puntos de cociente intelectual más a medida que subimos posiciones hacia el primogénito.
Es una diferencia estadísticamente notable, aunque irrelevante a efectos prácticos, más allá de la validez que se le dé a estas pruebas de inteligencia. Además, es un dato que consolida estudios previos, como uno pionero publicado en Science en 1973 entre jóvenes holandeses, explica Schmukle.
El equipo de Schmukle también descubrió otra pequeña correlación entre el orden de nacimiento y la autopercepción de curiosidad intelectual:
"Los primogénitos eran más propensos a asegurar que cuentan con un vocabulario rico y menos dificultad para entender las ideas abstractas".
El psicólogo alemán agrega que, de este modo, cuanto mayor es el hermano o hermana dentro de su familia, más listos se creen y mejores puntuaciones sacan en pruebas de inteligencia.
Son correlaciones muy pequeñas, pero que dan pistas a los investigadores para saber en qué medida la personalidad se desarrolla influida por esas relaciones fraternales de amor y odio.
Foto de cabecera: stuffpoint / Los hermanos Jackson. *Como toda regla, tiene excepciones: Michael no era el mayor, pero sí el más talentoso.