Desde hoy y hasta el viernes, los 195 miembros de la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP21) se reúnen en la ciudad alemana de Bonn, en su última y decisiva ronda negociadora para intentar cerrar un acuerdo contra el calentamiento global. No serán reuniones fáciles, a pesar de que el ministro de Medio Ambiente peruano y actual presidente de la COP20, Manuel Pulgar-Vidal, haya pedido a los negociadores no perder el tiempo.
"No hay tiempo que perder, no hay tiempo para lamentarse. Es tiempo de avanzar en base a lo que ya hemos logrado ... Tenemos dos opciones claras. Podemos tirar todo lo que hemos logrado a la papelera. Pero todos sabemos que si lo hacemos, sufriremos lo que ya sufrimos en 2009 ... La segunda opción es trabajar constructivamente para intentar hallar un resultado firme, ambicioso y pragmático”, dijo Pulgar-Vidal.
Línea por línea
Es la última oportunidad antes de la COP21 para que el Grupo de Trabajo sobre la Plataforma de Durban para una Acción Reforzada (ADP, por sus siglas en inglés) discuta el borrador del acuerdo. Los negociadores discutirán el texto línea por línea, siguiendo el orden del documento (durante la última sesión de setiembre, los negociadores trabajaron en grupos pequeños, repartiéndose los temas del borrador).
Como se recuerda, en la COP20, que se llevó a cabo en Lima, los negociadores aprobaron la primera versión del borrador de acuerdos. Posteriormente, en la reunión que hubo en febrero en Ginebra se incorporaron al texto todas las propuestas de los países, y el documento pasó de 39 a 80 páginas, lo que originó críticas y dudas de un acuerdo posterior. Tanto en junio y setiembre (en ambos casos en Bonn) se intentó mejorar el texto, pero los avances se dieron más en términos de definición de conceptos y posiciones, y se trabajó en la confianza.
En la sesión de setiembre las partes aceptaron que los copresidentes del ADP produzcan un nuevo texto de negociación, basado en los avances de la semana. Este nuevo borrador fue publicado el 5 de octubre pasado, y servirá de base para la sesión que empieza hoy.
Diferencias
Como se evidenció desde la COP 20, el año pasado, y el reinicio de las negociaciones, en febrero de este año, ha habido diferencias en las posiciones. Y hoy, en el inicio de esta minicumbre algunas naciones en vías de desarrollo han objetado el borrador –elaborado y 'recortado' hace dos semanas– y han afirmado que varias de sus demandas más importantes han sido eliminadas. Por lo que pidieron que vuelvan a insertarse.
“El actual texto no satisface las preocupaciones de las partes ni nos llevará a las acciones requeridas para revertir esta calamidad global”, dijo el presidente de AOSIS (Alianza de Pequeños Estados Insulares), Thorig Ibrahim.
Al respecto, Pulgar-Vidal reconoció las diferencias, pero aseguró que descartar el documento alcanzado hasta ahora no es una alternativa.
Por su parte, en declaraciones a la agencia alemana DPA, el experto de Oxfam, Jan Kowalzig, advirtió que “el borrador del acuerdo es peligrosamente débil y no cumple con las exigencias mínimas en todos los ámbitos importantes para lograr un justo y ambicioso acuerdo”.
En tanto, el Grupo de los 77 (una asociación de países en desarrollo que reúne a casi todas las naciones de América Latina, África y Asia) y China también mostraron su decepción con el borrador. De acuerdo con la delegación de Sudáfrica, que habló representando todo el bloque, el texto es "extremadamente desequilibrado" a favor de las economías avanzadas y no cubre las demandas de los países en desarrollo.
Otros puntos traídos a discusión en esta reunión - que se extiende hasta el viernes e incluye la participación de dos mil delegados - preocupación el nivel de ambición, para tratar de limitar el calentamiento global a 1,5 o 2 grados, y la obligación del texto: El uso de "debe" o "debería".
En conversación con la prensa, Liz Gallagher, representante de la ONG ambientalista E3G, criticó el texto presentado para su debate por ser "irreconocible" en algunos puntos, pero fue relativamente optimista sobre el resultado final de París. Para ella, la presión sobre los países es tan grande y la alianza sobre el cambio climático es tan fuerte entre Estados Unidos y China que ello le hace pensar que será posible llegar a un acuerdo en París.
El último gran intento de pacto mundial para luchar contra el calentamiento de planeta y para establecer un cambio en la producción y consumo de energía, fracasó estrepitosamente en Copenhague, en la COP de 2009.
Esto apenas empieza, a pesar de las diferencias y críticas, hay quienes consideran que estas presiones permitirán llegar al viernes con un documento de consenso. ¿Aspuestas?