Más de 80,000 personas laboran en el sector petrolero de Noruega, y los hidrocarburos constituyen los artículos de exportación más importantes, pues representan el 47% del mercado total de su exportación. Este es el tercer exportador más grande del mundo, y su industria petrolera está a la vanguardia en cuanto a tecnología y protección de medio ambiente. 

Durante los últimos años Noruega ha sido considerado por algunos analistas económicos como un modelo económico ejemplar, a pesar de que otro tanto critica esta postura debido a que la mayor parte de su éxito está fundamentado en sus vastas reservas de petróleo. En medio de ambas opiniones hay quienes resaltan el poder del sector público en la economía. No obstante, la caída del precio del crudo también ha calado en este país. 

Con 5 millones de habitantes, Noruega produce casi 14 millones de barriles de crudo a la semana. Es un país considerado capitalista pero en el que mandan las grandes empresas públicas, unas compañías que dan empleo a una parte importante de la población y que son la principal fuente de ingresos púbicos.

Con la caída del precio del crudo, subraya esta semana la revista The Economist,  Statoil, la compañía petrolera estatal noruega, tuvo un 2014 de menos ingresos y utilidades dedicada al petróleo, lo que ha continuado en lo que va de este año. Hasta el momento, ha despedido al 10% de sus empleados, aunque ello puedes aumentar en 20%, según el semanario británico. Pese a este ajuste, la tasa de desempleo está en 4.2%, y si bien es el peor dato noruego de los últimos 10 años, es un ratio muy bajo si se compara con el resto de Europa.

Y es que según The Economist, el desplome del petróleo deja a la vista las debilidades del modelo noruego. Una de ellas es la burocratización como consecuencia de un país que asumió un capitalismo de Estado. Una economía que está fuertemente controlada por empresas públicas pero que compite en el mercado con otras compañías, sean privadas o públicas.

Además de ser dueño de alrededor del 40% del mercado de valores del país, el gobierno noruego tiene participaciones en muchas empresas en las que también participa el capital privado. Controla los sectores considerados estratégicos. El crecimiento de su PBI se ha estancado en los últimos meses, mientras que la corona noruega se ha depreciado frente al dólar.

De acuerdo con el semanario británico, el sector público, dependiente de los ingresos del crudo, emplea a un 33% de la fuerza laboral del país, en comparación con el 19% de media de la OCDE. Los empleados públicos de Noruega disfrutan en su mayoría de jornadas laborales de unas 37 horas, mientras que los fines de semana de tres días se han convertido en una tradición.  

Noruega supo aprovechar [lee, peruano] los años de 'vacas gordas', que le permite contar con un fondo soberano de US$870,000 millones y enfrentar los efectos del precio del petróleo. Además, su deuda pública es de las más bajas entre los países desarrollados, con tan sólo un 26.4% sobre el PBI. Y a diferencia de los países dependientes de los ingresos de las materias primas, este país tiene cerca de 60,000 millones de euros en reservas de divisa extranjera, una de las cantidades más altas de su historia.