Recientemente en Cochabamba (Bolivia) se llevó a cabo la II Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático, cuyos resultados serían debatidos en la COP21, que tendrá lugar en París en diciembre. 

Durante tres días 2,000 delegados de países de cinco continentes plantearon "salvar la madre Tierra para salvar la vida". El ministro de Relaciones Exteriores de Francia y presidente de la COP21, Laurent Fabius, dijo que "lo que está en juego es sencillamente la vida, la de ustedes, la de sus hijos, la de las especies, la del planeta".

"He venido aquí para escuchar su mensaje y cuando en algunas semanas voy a presidir la COP21 lo que he escuchado y visto aquí lo tendré en mente y trataré de hacerle eco", prometió.

Por su parte, en la inauguración de evento, el presidente boliviano, Evo Morales, dio un énfasis político a la cita al responsabilizar al modelo capitalista del calentamiento global del planeta. "El capitalismo es como el cáncer de la madre Tierra, pero pienso que todavía es un cáncer no maligno sino benigno (..) y tenemos la obligación de plantearnos políticas, programas y proyectos para erradicar ese cáncer benigno para salvar a la madre Tierra, la vida y la humanidad", señaló.

Durante la cumbre se sugirió crear un tribunal de justicia sobre cambio climático, "para que los países que no cumplan (las metas mundiales) sean sancionados". "El mundo requiere de un organismo internacional que nos haga responsables con la vida y con los compromisos que los países debemos asumir para su protección integral", explicó el canciller boliviano David Choquehuanca. 

Asimismo, se planteó que la COP21 "debe respetar y fortalecer el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, de equidad y los medios de implementación", es decir que las naciones industrializadas deben asumir una mayor responsabilidad y costo por el daño causado a la naturaleza.