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Karla Chaman: "La sociedad civil en el Perú tiene mucho que aportar al trabajo del FMI"

LaMula.pe conversó con comunicadora peruana que ha sido la responsable de coordinar la Junta de Gobernadores del FMI y del Banco Mundial.

Publicado: 2015-10-06

Karla Chaman es limeña, de padres cajamarquinos, graduada de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Lima y becada por la Fundación Fulbright. Trabaja en el Departamento de Comunicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) desde el 2010, y es la encargada de las relaciones institucionales entre el Fondo y las organizaciones de la sociedad civil a nivel mundial, y desde el 2013 también ha sido asignada como la coordinadora del departamento para la organización de las Reuniones Anuales y de Primavera del FMI, que incluye la actual Junta de Gobernadores que se está llevando a cabo en Lima.

Está en Lima desde la semana pasada, supervisando todos los detalles para el evento económico más grande que se ha vivido en nuestro país. Si bien ha dado decenas de entrevistas en maratónicas jornadas, en las que muchas preguntas coincidían, faltaba que hablara más del FMI y la sociedad civil. Y aquí está en LaMula.pe.



¿Por qué al ciudadano le debe importar esta junta y la presencia del FMI en el Perú? ¿Habrá decisiones que lo afecten positivamente?
Estas reuniones son sumamente relevantes para el Perú y la región por varios aspectos. El primero, tal vez el más inmediato, es el impacto en la economía del Perú y en el bolsillo de los peruanos. Estamos hablando de 12,000 personas, visitantes que estarán en Lima alojadas en hoteles, acudiendo a restaurantes, visitando lugares emblemáticos, usando servicios de transporte y otros. El impacto en turismo, comercio y servicios se sentirá de manera inmediata. El segundo está relacionado con el regreso del FMI y del Banco Mundial a la región, una Latinoamérica que es diferente, con economías emergentes, sólidas. Vuelve a un Perú también diferente, que ha logrado sobreponerse a condiciones económicas y sociales tremendas durante los últimos 20 años, y es también un FMI distinto, no sólo más transparente, sino que además ha evolucionado dramáticamente para servir de mejor manera a las demandas de las economías del mundo.
Está bien, pero insisto… ¿los ciudadanos?
El ciudadano de a pie, el ama de casa, el estudiante puede preguntarse si temas de financiamiento de cambio climático los puede afectar, por qué la desaceleración en países como China les afecta, o por qué la economía está bajando si somos productores de minerales. Todo ello tiene explicaciones que van más allá del contexto de una ciudad, un país, o una región. En un mundo altamente interconectado y que demanda transparencia, es crucial que el ciudadano sepa cómo esto afecta su vida diaria. Pero para ello tenemos que buscar la información y reflexionar. Así, estas reuniones anuales buscan dar una pausa al peruano y latinoamericano para que reflexione sobre la coyuntura mundial, regional y nacional. Que sea no solo para que aprovechen el feriado largo que con motivo de este evento se ha dado, sino para que pueda aprovecharlo de otra manera –creo yo, bastante más productiva— y se informe, vea cómo el Perú se integra a la economía mundial mediante estas reuniones.
¿Cuáles serán los aportes de la región a esta junta? 
Latinoamérica ha logrado dar importantes pasos durante las últimas décadas en términos de mejor crecimiento, estabilidad financiera y políticas públicas más sólidas. Aprendiendo de las experiencias de la crisis de la deuda de los años ochenta, los países tienen importantes logros –han reducido la deuda pública; han incorporado marcos fiscales y monetarios creíbles; han fortalecido sus reservas externas; entre otros. No sólo tendremos cuatro sesiones del FMI dedicadas a la región, también hablaremos de la importancia de fortalecer las instituciones gubernamentales, del futuro de los bancos centrales en la región, su política monetaria, de lo que aprendemos de Asia en materia de comercio y otros; de lo que le espera a Latinoamérica en la próxima década; de inclusión financiera y social.
Se habla de un milagro económico peruano, pero la desigualdad continúa...

Nosotros consideramos al Perú como uno de los países más exitosos de la región, así lo ha demostrado en la última década. Y eso es algo que como peruanos debemos entender. Es cierto que hay muchos retos aún por delante, pero es importante que reconozcamos que a pesar de esas dificultades, el país ha sabido sobreponerse. El mundo lo reconoce y el FMI también. Sería importante que el ciudadano también lo entienda y valore.  

Si bien es cierto hay retos claves en materia de desigualdad, por ejemplo, y se puede pensar que la redistribución de la riqueza no ha ocurrido en la medida que se esperaba, sí es importante que el peruano reconozca que como país sí se ha avanzado. El Perú de hoy no es el mismo de la década de los ochenta, así como el FMI tampoco lo es…. aún hay camino por recorrer, pero es necesario que entendamos que la nación está avanzando, ahora falta que poco a poco los que no han avanzado al mismo ritmo logren también avanzar.  

Pero en los últimos años tú has estado muchas veces en Perú y has visto que la pobreza monetaria continúa en los mismos lugares. ¿El Perú no supo aprovechar su ‘auge’ económico? Dependemos tanto de los precios de los metales... 
El Perú ha aprovechado su auge económico, sin duda. Los números agregados son bastante claros. En el Perú, los niveles de pobreza se han reducido a casi la mitad: de 59% en el 2004 a 23% en el 2014. De la misma manera, la pobreza extrema que en el 2004 estaba en 20% hacia el 2014 llegó a 4%. 
Pero eso no es suficiente...

El Perú aún tiene un alto nivel de pobreza y desigualdad en los ingresos, y todavía hay un alto nivel de disparidad en las regiones, como bien lo señalas. Eso también lo dicen los números y el FMI, pero al mismo tiempo hay que reconocer lo avanzado por el país. ¿La pobreza se ha desterrado completamente? Claro que no, y no es un problema de este país solamente, es uno mundial. Todos los países, incluso aquellos emergentes y más desarrollados, y que les va mejor que al Perú, tienen ese problema. Y es por ello que el trabajo del FMI es clave para poder apoyar a los gobiernos a diseñar e implementar políticas macroeconómicas sólidas y sostenibles. 

Tú has mencionado el tema de materias primas. Efectivamente, el boom de los precios de materias primas tuvo que ver con el “milagro peruano”; pero no fue el único responsable. Lo que el FMI encuentra es que el marco económico que el Perú desarrolló durante el periodo que te menciono lo dejó en una muy buena posición para mantenerse estable durante y a pesar de la crisis. 

Has dicho 'un FMI distinto'. ¿La interacción del FMI con la región también ha evolucionado?
  Sí, es un FMI que ahora dialoga con Latinoamérica no para discutir temas de endeudamiento o para hacer préstamos a los países, sino es un diálogo sobre políticas macroeconómicas de la región. Es una relación de socios, de pares. Y en esta nueva relación, la evolución del FMI involucra también una apertura, a puntos de vista –críticos y no tan críticos– de la sociedad civil, de las ONG, de las universidades y sus universitarios. Toda esta evolución no es muy conocida en Latinoamérica. Aquí necesitamos acercarnos más y mejor a la población, a los grupos de la sociedad civil, para que se entienda mejor el quehacer de esta institución y fortalecer así la relación con la región.
El recuerdo del FMI en la región entre los setenta y noventa no es muy grato, a pesar de que ha modificado su imagen.

El FMI no ha cambiado su imagen, ha sufrido cambios estructurales dramáticos en los últimos años; empezando por estas reuniones anuales, que ahora son abiertas a grupos de distinta naturaleza, grupos a favor y otros que critican el trabajo del FMI. Y abrimos las reuniones para que los temas que antes se discutían solo entre los representantes de gobierno, ahora también sean discutidos por otros actores y orienten a la población en general para que esté mejor informada y pueda entender cómo estas decisiones tomadas por sus respectivos gobiernos responden a situaciones no solo domésticas/nacionales, sino también regionales y mundiales.  

Además, el Fondo ha cambiado en el sentido que en los últimos años estamos prestando más atención a asuntos de cambio climático, desigualdad, género. Temas que pueden ser vistos como tarea no propiamente del FMI sino más bien de bancos de desarrollo. Sin embargo, estas tendencias mundiales influyen en las decisiones económicas y viceversa. Otras regiones, que conocen mejor al FMI por diversas razones, son conscientes de este cambio y ven con otros ojos el trabajo de la institución.  


Prueba de que se mantiene un rechazo a la institución, y también al Banco Mundial, no solo en América Latina, es que hay un evento paralelo a la Junta de Gobernadores. ¿Cómo toman estas críticas?

Haciendo una autocrítica, tal vez nosotros hemos debido de fortalecer nuestra comunicación con otros actores de la sociedad para asegurarnos que el cambio interno del FMI sea también conocido y entendido externamente.  Respetamos las posiciones e ideas y opiniones de todos los sectores, ya sean cercanos o no tan cercanos al FMI. La institución siempre está abierta al diálogo y a recibir las críticas constructivas –y a veces las no tan constructivas– de las organizaciones de la sociedad civil, ya que buscamos enriquecer nuestro análisis y mejorar el entendimiento que tenemos de los países. Eso solamente se puede logar si escuchamos e interactuamos genuinamente.  

He conversado con varias de las organizaciones promotoras de eventos paralelos, hemos escuchado sus preocupaciones que son muy puntuales. La mayoría desconocía el trabajo del FMI, desconocía que ya no hay programas de préstamo del FMI, desconocía del trabajo de asistencia técnica del Fondo con los gobiernos, desconocía que estamos abordando en incorporando en nuestro análisis temas de inequidad, del énfasis que ponemos ahora a asuntos relacionados con igualdad de género, de cambio climático, de las discusiones sistemáticas que tenemos con organizaciones de trabajadores, etcétera. Pero nosotros también desconocíamos de muchas de las preocupaciones de la sociedad civil peruana. Creo que ambas partes, fondo y grupos de sociedad civil del Perú, hemos aprendido en estos diálogos que hemos tenido en los últimos años y que se han hecho más frecuentes en los últimos meses.

Ustedes cuentan con un equipo de sociedad civil…
Sí, se estableció hace más de 13 años. Se encarga justamente de velar por el desarrollo y fortalecimiento de las relaciones entre organizaciones de la sociedad civil y la institución, incorporando los puntos de vistas de dichos grupos en el análisis y reflexiones del FMI. Además, interactuamos regularmente con asociaciones de trabajadores, como la Confederación Internacional de Trabajadores, con quienes discutimos asuntos relacionados con el mercado laboral (sueldo mínimo, condiciones de trabajo, etcétera).
¿Interactúan, hacen consultas públicas?

Las políticas y estrategias claves del FMI son sometidas a consulta pública con las organizaciones de la sociedad civil para recibir comentarios. Una vez que los recibimos, el personal del Fondo analiza los comentarios e incorpora aquellos elementos que pueden ser utilizados en sus políticas y estrategias. Si bien los mecanismos no son perfectos y hay mucho trabajo por delante, el FMI está tratando de establecer un enfoque institucional que permita mejorar esta interacción con la sociedad civil.  

La sociedad civil en Perú, Latinoamérica y el mundo tiene mucho que aportar al trabajo del FMI, esto es indiscutible hoy por hoy en el FMI. Desde la directora gerente, Christine Lagarde, hasta el personal más joven de la institución, lo sabemos y tratamos de aplicar consistentemente. Lo que nos interesa es brindar información a la sociedad civil para que tenga las herramientas clave no sólo para criticar constructivamente al FMI y ampliar nuestros análisis, sino también para fortalecer su diálogo con sus propios gobiernos.

Lo importante es que a pesar de nuestros puntos de vista diferentes acerca de cómo implementar ciertas políticas públicas tengamos el interés y disposición de sentarnos en una mesa y dialogar.


Escrito por

ALBERTO ÑIQUEN G.

Editor en La Mula. Antropólogo, periodista, melómano, viajero, culturoso, lector, curioso ... @tinkueditores


Publicado en

Redacción mulera

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